9/08/2017, 17:48
Aiko pudo observar a buenas que Datsue se esfumaba en un abrir y cerrar de ojos. Tal y como ella había propuesto, a buscar ayuda de cualquier persona que se prestase a ello. Aunque, tampoco es que su voz diese demasiada confianza en un principio, pareció aterrorizado al ver el cadáver del cara de rata... y hasta su voz tembló. Pero, tampoco podía culparlo, era mas que obvio para alguien que no suele tratar con la muerte ese tipo de reacciones. Para Aiko, sin embargo, eso era casi una rutina...
«Bien... solo nos queda mantener a éstos tipos aquí dentro, sea como sea.»
Pero apenas dio la vuelta y volvió a mirar por la ventana, las cosas parecieron torcerse súbitamente. Cara de rata trataba de atrapar a su ex-jefe, pero éste —ayudado por los mercenarios— le dio un nuevo escarmiento. Los matones del tres al cuarto se ensañaron con el cadáver hasta que no quedó de éste mas que trozos y vísceras por todos lados, por no hablar de sangre. El color carmesí violaba la habitación a manchas abruptas.
El jefe, mas tranquilo ahora, inquirió al que parecía ser el shinobi que tomase a Rokuro Hei para dar un paseo, y así actuó éste. Tomó al hombre de un brazo, y lo levantó sin esfuerzo alguno. Tampoco es que éste ejerciese mucha dificultad a ello, pero al hombre se le notaba bien fuerte. Tras ello, el tipo, Rokuro y el jefe tomaron una salida trasera.
—Mierda... tratan de escapar. —maldijo la chica. —Intentemos seguirlos desde los tejados, Akame.
Eso si, no pensaba dejar atrás la posible ayuda que Datsue traería... si es que regresaba. Con un gesto rápido y firme de brazo, se desplegaron una decena de papeles, que en el mismo aire tomaron la apariencia de mariposas de papiroflexia. Una de éstas quedaría justo donde estaban ahora mismo, a modo de señal.
De un rápido impulso, la chica subió a toda velocidad la pared, y tomaría el tejado de la vivienda. A toda velocidad, intentando mantener el privilegiado factor sorpresa y el sigilo que éste conllevaba, se aproximaría al borde para observar por donde huían. En el camino, las 9 mariposas restantes siguieron a la chica, quedando una mas en el borde de éste, nuevamente para avisar a Datsue.
Dios quisiera que éste regresase...
«Bien... solo nos queda mantener a éstos tipos aquí dentro, sea como sea.»
Pero apenas dio la vuelta y volvió a mirar por la ventana, las cosas parecieron torcerse súbitamente. Cara de rata trataba de atrapar a su ex-jefe, pero éste —ayudado por los mercenarios— le dio un nuevo escarmiento. Los matones del tres al cuarto se ensañaron con el cadáver hasta que no quedó de éste mas que trozos y vísceras por todos lados, por no hablar de sangre. El color carmesí violaba la habitación a manchas abruptas.
El jefe, mas tranquilo ahora, inquirió al que parecía ser el shinobi que tomase a Rokuro Hei para dar un paseo, y así actuó éste. Tomó al hombre de un brazo, y lo levantó sin esfuerzo alguno. Tampoco es que éste ejerciese mucha dificultad a ello, pero al hombre se le notaba bien fuerte. Tras ello, el tipo, Rokuro y el jefe tomaron una salida trasera.
—Mierda... tratan de escapar. —maldijo la chica. —Intentemos seguirlos desde los tejados, Akame.
Eso si, no pensaba dejar atrás la posible ayuda que Datsue traería... si es que regresaba. Con un gesto rápido y firme de brazo, se desplegaron una decena de papeles, que en el mismo aire tomaron la apariencia de mariposas de papiroflexia. Una de éstas quedaría justo donde estaban ahora mismo, a modo de señal.
De un rápido impulso, la chica subió a toda velocidad la pared, y tomaría el tejado de la vivienda. A toda velocidad, intentando mantener el privilegiado factor sorpresa y el sigilo que éste conllevaba, se aproximaría al borde para observar por donde huían. En el camino, las 9 mariposas restantes siguieron a la chica, quedando una mas en el borde de éste, nuevamente para avisar a Datsue.
Dios quisiera que éste regresase...
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)