11/08/2017, 20:29
La noche se había adueñado del Valle y con ello las calles se iluminaron como lo hacia en cada una de sus noches. a lo lejos se divisaba la silueta de la cordillera donde también se podía ubicar el palacio del Señor Feudal del lugar. Pero eran días de fiesta para aquella pequeña aldea perdida de la mano de Rikudo.
Era un simple torneo, pero los lugareños buscaron sacar la mayor tajada del momento. Cada uno a su manera y por las noches los locales abrían hasta altas horas para saciar la sed y los deseos de embriaguez de los adultos. todo local comercial disponía de su terraza y las calles estaban adornadas con carteles, farolas y farolillos de todo tipo de colores. Básicamente la aldea se convertía en una gran fiesta.
Y allí estaba yo que no tenía ganas de pasarme la noche en Kitanoya aburrido persiguiendo las musarañas. Divisé un puesto de dulces en el que vendían dangos de varios colores así que compré un par de palilos con 3 dangos cada uno. Después caminaba por la calle, sonriente, como al gente se divertía cada uno a su manera mientras yo iba llevándome aquellas bolitas a la boca.
*Vaya se ve bastante distinto a cuando es de día* pensé mientras paseaba.
Un gritó silencio la calle y pude ver como un gordo salía volando de una de las terrazas en dirección a una muchacha de cabellos violáceos.
— No vuelves a venir a tocarme los cojones a mi local, imbécil!
Era un simple torneo, pero los lugareños buscaron sacar la mayor tajada del momento. Cada uno a su manera y por las noches los locales abrían hasta altas horas para saciar la sed y los deseos de embriaguez de los adultos. todo local comercial disponía de su terraza y las calles estaban adornadas con carteles, farolas y farolillos de todo tipo de colores. Básicamente la aldea se convertía en una gran fiesta.
Y allí estaba yo que no tenía ganas de pasarme la noche en Kitanoya aburrido persiguiendo las musarañas. Divisé un puesto de dulces en el que vendían dangos de varios colores así que compré un par de palilos con 3 dangos cada uno. Después caminaba por la calle, sonriente, como al gente se divertía cada uno a su manera mientras yo iba llevándome aquellas bolitas a la boca.
*Vaya se ve bastante distinto a cuando es de día* pensé mientras paseaba.
Un gritó silencio la calle y pude ver como un gordo salía volando de una de las terrazas en dirección a una muchacha de cabellos violáceos.
— No vuelves a venir a tocarme los cojones a mi local, imbécil!
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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