[Segunda ronda] Kaido vs Aiko

[Aiko]

Tras haber sido guiada de nuevo hacia el pequeño habitáculo que hacía de cámara preparatoria, la chica tomó asiento y nuevamente se puso el traje que tantas miradas había seducido la anterior vez. Un traje de poliéster blanco, prieto y ajustado, que llegaba desde los tobillos hasta el cuello; sin mas rasgos que una caricatura roja de una calavera en el pecho. A modo de calzado, unas botas de plataforma muy fina de caña alta, también del mismo tono blanco. Llevaba el portaobjetos atado al muslo derecho, del mismo tono que el traje, y un cinturón de cuero blanco que daba final en un broche peculiar, su bandana de kunoichi. También había tomado unos guantes de dedo completo color blanco, que cubrían hasta el antebrazo. Una bufanda larga roja recorría su cuello en un par de vueltas, y caía hacia detrás con libertad hasta llegar mas allá de su gemelo, rozando casi el suelo. Por último, y no menos importante, un pequeño antifaz que casi parecía una segunda piel, fino y elegante, sin decoro alguno salvo su color marfil.

«Ese demonio no tenía razón, es solo casualidad... no pueden ser todos así, seguro que hay personas buenas, aunque hay demasiadas que están podridas por dentro, también las hay del otro extremo... no puede ser cierto lo que el dice...»

Un pitido singular y continuo anunció su turno. La puerta se abrió casi de inmediato, liberando a la chica de ese antro, de esa lata de sardinas. Dejó caer un suspiro, abrió los ojos, y se levantó. —Vamos allá...

La chica paseó con parsimonia por el pasillo, dirigiéndose sin titubeos hacia el gran tatami de madera. La luz del lugar la aplacó cuando ésta salió del umbral del pasillo, pero hizo por que no se notase demasiado. Caminaba con la cabeza bien alta, confiada, con una actitud digna de cualquier aspirante a superheroína. No podía mostrarse como menos, era su único propósito actual, hacer ver que Blame se equivocaba. Al menos, hacérselo ver a ella misma.

El vitoreo del público comenzó, quizás porque la recordasen, o en parte por su vestimenta. Ésto último le importaba bien poco a la chica, lo único que buscaba era que la comenzasen a ver como algo mas que un simple genin... era mas, mucho mas.

La inmortal de Amegakure.