15/08/2017, 11:25
Después de que ambas se convirtiesen en pequeños y peludos conejos —Ayame más normal que Eri, sin lugar a dudas— se dispusieron a proseguir la búsqueda del conejo blanco. La joven de pelaje púrpura se había quedado detrás mientras la del pelaje oscuro lideraba el camino. Sin embargo, tras girar una de las plantas se encontraron con un animal mucho más grande que ellas, de orejas largas pero que procedía seguramente de la misma familia que el animal que ellas buscaban; pero por su culpa tuvieron que detener su búsqueda.
Aunque la verdad es que siendo de aquel tamaño imponía bastante.
—¿Qué pasa, Sanusagi? ¿Has encontrado a más amiguitos con los que celebrar nuestro No-Cumpleaños?
«¿No-Cumpleaños?»
La voz no vino de la liebre, si no de una persona que le hablaba a ella —o a él, no sabía su género—, el dueño de la voz era un hombre bastante más alto que ellas, seguramente tanto transformadas como sin transformar; y con una complexión bastante delgada, con un sombrero decorándole la cabeza. Eri dejó caer su cabeza hacia un lado, mientras fruncía levemente el hocico, ¿aquello era normal allí? Puede que normal fuese que hubiera gente y animales, pero... ¿Gente montándose picnics en una arboleda sagrada? Aquello le parecía demasiado surrealista.
Y lo decía ella que estaba convertida en un conejo.
Unos ojos oscuros se posaron en ella y Eri no tardó en saber que Ayame la observaba, así que le devolvió la mirada. ¿Qué hacer ahora? Su prioridad era seguir al conejo blanco y devolvérselo a la niña, no ponerse a beber el té.
Con un suave movimiento de pata dibujó lo que parecía ser una flecha en dirección donde se suponía podía estar el conejo y a donde ellas se dirigían, intentando decir a la Amenia que debían seguir con su camino, ¿lo entendería?
Aunque la verdad es que siendo de aquel tamaño imponía bastante.
—¿Qué pasa, Sanusagi? ¿Has encontrado a más amiguitos con los que celebrar nuestro No-Cumpleaños?
«¿No-Cumpleaños?»
La voz no vino de la liebre, si no de una persona que le hablaba a ella —o a él, no sabía su género—, el dueño de la voz era un hombre bastante más alto que ellas, seguramente tanto transformadas como sin transformar; y con una complexión bastante delgada, con un sombrero decorándole la cabeza. Eri dejó caer su cabeza hacia un lado, mientras fruncía levemente el hocico, ¿aquello era normal allí? Puede que normal fuese que hubiera gente y animales, pero... ¿Gente montándose picnics en una arboleda sagrada? Aquello le parecía demasiado surrealista.
Y lo decía ella que estaba convertida en un conejo.
Unos ojos oscuros se posaron en ella y Eri no tardó en saber que Ayame la observaba, así que le devolvió la mirada. ¿Qué hacer ahora? Su prioridad era seguir al conejo blanco y devolvérselo a la niña, no ponerse a beber el té.
Con un suave movimiento de pata dibujó lo que parecía ser una flecha en dirección donde se suponía podía estar el conejo y a donde ellas se dirigían, intentando decir a la Amenia que debían seguir con su camino, ¿lo entendería?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)