16/08/2017, 01:50
Había agua y punto final, estaban los dos empapados, había también un charco salido de la bendita nada y no estaba lloviendo, sin mencionar que los alrededores estaban impecablemente secos, no en exceso claro.
Pero allí les faltaba uno que la pecosa mucho no pudo buscar porque un hombre no muy caballeroso la empujó al piso sin delicadezas lo cual… Obviamente le molestaría, pero solo le dedicó una mirada rencorosa sin más, prefirió centrarse en la búsqueda de la desaparecida.
Fue entonces cuando el agua comenzó a moverse hasta el momento de tomar una forma reconocible por ambos de Uzushiogakure.
—¿Cómo…? —Preguntó estupefacta a la kunoichi de Amegakure.
Las disculpas daban igual, que siguiera empapada a pesar de que el agua fuese la propia Ayame también, aunque al pensarlo una segunda vez, la rubia no pudo evitar que se le subieran los colores e incluso estirase un poco la ropa, justo en la zona del pecho.
—Si tú eres el charco y… —Definitivamente, aquella kunoichi de personalidad inocentona no lo era tanto, o eso pensaba ella.
Y ahora las explicaciones le daban un tanto igual, la idea de estar siendo toqueteada ahora mismo por alguien la estaba perturbando demasiado.
Pero allí les faltaba uno que la pecosa mucho no pudo buscar porque un hombre no muy caballeroso la empujó al piso sin delicadezas lo cual… Obviamente le molestaría, pero solo le dedicó una mirada rencorosa sin más, prefirió centrarse en la búsqueda de la desaparecida.
Fue entonces cuando el agua comenzó a moverse hasta el momento de tomar una forma reconocible por ambos de Uzushiogakure.
—¿Cómo…? —Preguntó estupefacta a la kunoichi de Amegakure.
Las disculpas daban igual, que siguiera empapada a pesar de que el agua fuese la propia Ayame también, aunque al pensarlo una segunda vez, la rubia no pudo evitar que se le subieran los colores e incluso estirase un poco la ropa, justo en la zona del pecho.
—Si tú eres el charco y… —Definitivamente, aquella kunoichi de personalidad inocentona no lo era tanto, o eso pensaba ella.
Y ahora las explicaciones le daban un tanto igual, la idea de estar siendo toqueteada ahora mismo por alguien la estaba perturbando demasiado.