16/08/2017, 16:41
—Nabi-san, me temo que lo que pides sería muy poco... Profesional por mi parte.
Mierda, se me había olvidado nuestra última conversación, el gran Uchiha Akame quería aquel poderoso enchufe al Examen de Chunin. Bueno, yo lo había intentado, de nuevo, y, de nuevo, parece que iba a tener que enfrentarme a un loco y sanguinario compañero de villa bajo la atenta mirada de mi kage. No iba a faltar a la orden expresa de que el duelo sea justo y digno, aunque tampoco quería empezar a provocar terremotos contra bolas de fuego.
— Venga, Akame-kun, que no estamos en una misión, no somos enemigos, no hay un motivo ulterior para este combate. Kotetsu no paró de soltar katanazos con esa pedazo espada suya, uno de esos podría haberme dejado manco, ¿ahora vas a intentar achicharrarme? ¡Que somos aliados!
—Si temes por tu integridad física, debo decirte que no tienes de qué preocuparte. He examinado tu chakra, así que podré hacer una estimación de cuánta potencia he de dar a mis técnicas para no matarte —
Encima ahora iba de sobrado, yo aquí preocupandome por mis compañeros de villa y ellos vacilandome, hasta mi paciencia de salvador de uzuneses tiene un límite y con Kotetsu la verdad es que ya estaba tocado de los cojones para rato.
Cuando empezó a correr hacia mi no dudé en sacar mi Kodachi de su funda, si esto tenía que acabar, al menos intentaría que fuera breve. No iba a pasarme otra vez medio año pegando y asegurandome de que no se muriese igual que con el otro lerdo.
Esta vez empezaría y acabaría con todo y que sea lo que Gouna-sama quiera. Esperé sin moverme al momento apropiado con mi katana apuntando en la dirección en la que se acercaba Akame, y cuando lanzó los shurikens, uno a cada lado para cerrarme escapatorias haría el sello del carnero con la zurda y bajaría un poco la Kodachi. En menos de un instante aparecería justo ante él con la espada en mi diestra buscando penetrarle su pierna izquierda, si lo conseguía, rápidamente la sacaría de su carne para defenderme de un posible contraataque.
Mierda, se me había olvidado nuestra última conversación, el gran Uchiha Akame quería aquel poderoso enchufe al Examen de Chunin. Bueno, yo lo había intentado, de nuevo, y, de nuevo, parece que iba a tener que enfrentarme a un loco y sanguinario compañero de villa bajo la atenta mirada de mi kage. No iba a faltar a la orden expresa de que el duelo sea justo y digno, aunque tampoco quería empezar a provocar terremotos contra bolas de fuego.
— Venga, Akame-kun, que no estamos en una misión, no somos enemigos, no hay un motivo ulterior para este combate. Kotetsu no paró de soltar katanazos con esa pedazo espada suya, uno de esos podría haberme dejado manco, ¿ahora vas a intentar achicharrarme? ¡Que somos aliados!
—Si temes por tu integridad física, debo decirte que no tienes de qué preocuparte. He examinado tu chakra, así que podré hacer una estimación de cuánta potencia he de dar a mis técnicas para no matarte —
Encima ahora iba de sobrado, yo aquí preocupandome por mis compañeros de villa y ellos vacilandome, hasta mi paciencia de salvador de uzuneses tiene un límite y con Kotetsu la verdad es que ya estaba tocado de los cojones para rato.
Cuando empezó a correr hacia mi no dudé en sacar mi Kodachi de su funda, si esto tenía que acabar, al menos intentaría que fuera breve. No iba a pasarme otra vez medio año pegando y asegurandome de que no se muriese igual que con el otro lerdo.
Esta vez empezaría y acabaría con todo y que sea lo que Gouna-sama quiera. Esperé sin moverme al momento apropiado con mi katana apuntando en la dirección en la que se acercaba Akame, y cuando lanzó los shurikens, uno a cada lado para cerrarme escapatorias haría el sello del carnero con la zurda y bajaría un poco la Kodachi. En menos de un instante aparecería justo ante él con la espada en mi diestra buscando penetrarle su pierna izquierda, si lo conseguía, rápidamente la sacaría de su carne para defenderme de un posible contraataque.
—Nabi—