16/08/2017, 17:31
(Última modificación: 16/08/2017, 19:36 por Inuzuka Nabi.)
Karamaru había pasado olimpicamente de la quedada que habían organizado clandestinamente los otros dos miembros de ese "equipo". Por suerte, el secretario que les había mandado llamar conocía la hiperactividad del mucahcho a la perfección, a estas alturas no eran pocos los que cuando lo veían entrar pensaban "Que no venga a mi, que no venga a mi".
Pero antes de que pudiese ir a nadie una mano morena le agarró el cuello de la camisa y lo sacó a rastras del edificio.
— Ven conmigo a ver si damos con tus amiguitos, deja trabajar a esta gente.
Una vez fuera llamó la atención a la parejita y soltó amablemente a Karamaru justo debajo de la lluvia.
— Manase, Inoue. Venid aquí.
Era un hombre moreno y musculoso que vestía una camiseta de tirantes y unos pantalones negros. A pesar de no llevar chaleco de Chunin era obvio que era más fuerte que ellos, en varios aspectos. Con un brazo podría agarrarlos a los tres y ninguno se conseguiría escapar. Una vez estuviesen todos a su alrededor procedería a explicarse con el repiqueteo de la lluvia de fondo.
— Mirad, me han dado la tediosa tarea de soltaros un sermón porque esta misión es de rango C y apenas sois unos niños, así que ire directo al grano. Esta misión es seria y os tomará varios dias, así que si no os veis capaces decidlo ahora y no pasara nada, pero nada de hacer turismo ni desaparecer en medio de la misión ni cosas raras. Misión seria, castigo aún más serio. — Les miraría fijamente a los ojos individualmente durante unos segundos esperando ver convicción en ellos, si alguno se estaba echando atrás lo sabría. — De nuevo, esta misión es seria y conlleva peligros, no podemos medir con una regla la cantidad de peligro que hay en cada misión, a partir de la C, puede pasar cualquier cosa. Por eso vosotros dos estais aquí, Manase e Inoue, intentad que las bajas sean mínimas y tú, Habaki, intenta que no se mueran por el camino. Se os eligió teniendo en cuenta vuestras misiones anteriores y sus resultados, y sobretodo los buenos comentarios de los clientes. Aquí teneis. Volved los tres o esta charla os la dará Yui-sama, y no quereis que os dé una charla Yui-sama.
Le cedió el pergamino a Mogura, pergamino que nadie estaba seguro de donde había sacado, y se quedó cruzado de brazos esperando por si alguno se echaba atrás al leerlo o tenía alguna duda.
— Las ordenes que teneis son esperar en la Torre hasta que alguien os guie hasta el campamento.
Aclaró finalmente el hombre.
Pero antes de que pudiese ir a nadie una mano morena le agarró el cuello de la camisa y lo sacó a rastras del edificio.
— Ven conmigo a ver si damos con tus amiguitos, deja trabajar a esta gente.
Una vez fuera llamó la atención a la parejita y soltó amablemente a Karamaru justo debajo de la lluvia.
— Manase, Inoue. Venid aquí.
Era un hombre moreno y musculoso que vestía una camiseta de tirantes y unos pantalones negros. A pesar de no llevar chaleco de Chunin era obvio que era más fuerte que ellos, en varios aspectos. Con un brazo podría agarrarlos a los tres y ninguno se conseguiría escapar. Una vez estuviesen todos a su alrededor procedería a explicarse con el repiqueteo de la lluvia de fondo.
— Mirad, me han dado la tediosa tarea de soltaros un sermón porque esta misión es de rango C y apenas sois unos niños, así que ire directo al grano. Esta misión es seria y os tomará varios dias, así que si no os veis capaces decidlo ahora y no pasara nada, pero nada de hacer turismo ni desaparecer en medio de la misión ni cosas raras. Misión seria, castigo aún más serio. — Les miraría fijamente a los ojos individualmente durante unos segundos esperando ver convicción en ellos, si alguno se estaba echando atrás lo sabría. — De nuevo, esta misión es seria y conlleva peligros, no podemos medir con una regla la cantidad de peligro que hay en cada misión, a partir de la C, puede pasar cualquier cosa. Por eso vosotros dos estais aquí, Manase e Inoue, intentad que las bajas sean mínimas y tú, Habaki, intenta que no se mueran por el camino. Se os eligió teniendo en cuenta vuestras misiones anteriores y sus resultados, y sobretodo los buenos comentarios de los clientes. Aquí teneis. Volved los tres o esta charla os la dará Yui-sama, y no quereis que os dé una charla Yui-sama.
Le cedió el pergamino a Mogura, pergamino que nadie estaba seguro de donde había sacado, y se quedó cruzado de brazos esperando por si alguno se echaba atrás al leerlo o tenía alguna duda.
— Las ordenes que teneis son esperar en la Torre hasta que alguien os guie hasta el campamento.
Aclaró finalmente el hombre.