17/08/2017, 00:23
(Última modificación: 17/08/2017, 00:26 por Amedama Daruu.)
Las puertas del compartimento contrario se abrieron. Daruu estuvo tentado de utilizar el Byakugan para otear la identidad de su rival desde la distancia, pero no estaba seguro de que aquello estuviera permitido. Si su oponente no había llegado a la marca de inicio, lo único que se podía hacer es preparar alguna treta y esperar.
Pronto se discernió una figura saliendo de la oscuridad del estadio. Caminaba segura, sin ningún vacile en el andar. Tenía la mirada de quienes tienen más que ocultar que mostrar, ese brillo canalla difícil de explicar. Esos ojos negros le recordaban a algo, o a alguien, pero no sabía exactamente a quien. Su pelo era tan negro como los ojos y estaba recogido en un moño. Vestía como alguien que va de fin de semana al lago con los colegas, no a una pelea ninja: pantalones cortos beis, camiseta arremangada, y unas getas de madera que a Daruu siempre le habían parecido muy incómodas.
«¿Pero y este idiota? ¿Está saludando al público?». Ni en el más egocéntrico de los sueños de Daruu hubiera podido imaginarse lo que estaba viendo. «¡Acaba de besar al aire, el muy capullo!»
—Vaya, debes de ser Daruu, ¿cierto? —«¿Huh? ¿Cómo sabe...?». El extraño hizo una leve reverencia, y se presentó—: Uchiha Datsue, aunque mis amigos me llaman Datsue el Intrépido, un placer. —«Datsue el fanfarrón»—. Uchiha Akame te manda recuerdos.
Daruu frunció el entrecejo, apretó los dientes y aún más los puños, que se cerraron con fuerza sobre las dos bombas de humo.
—Bien. Te daré recuerdos de mi parte para él.
Arrojó la que tenía en la mano derecha entre los dos con presteza, e inmediatamente echó el brazo hacia atrás y lanzó la segunda hacia el cielo, bien alto, justo encima de la nube de humo que ya se había dispersado. Entretanto, el brazo derecho había hecho ya otra trastada y había dado con un senbon que instantes después lanzó a la segunda kemuridama.
Entrelazó las manos para hacer sellos.
Al otro lado de la nube de humo, Datsue vería a un objeto sobrevolar el cielo, e instantes después descubriría que se trataba de una bomba de humo que estalló e hizo la columna de polvo aún más grande si cabe. Esto tendría tres consecuencias. La primera de ellas era que, al menos según los planes de Daruu, la segunda bomba de humo actuaría como una pequeña distracción y confundiría a su oponente. La segunda era que el Daruu que salió de entre la nube, a ras de suelo, evidentemente falso, parecería terminar aquella estrategia circense convirtiéndola en la típica treta de un torneo de genins...
...y la tercera, es que la ola de cinco metros de altura, oculta tras el polvo, continuaría la saga y la convertiría en una bilogía que asombraría al público.
OOOOOOOOOOOHHHH.
Pudiera o no evitar el ataque, la marea engulliría la nube de humo —disipándola— y todo lo que hubiera por delante en esos momentos, abriendo un boquete en la madera, resquebrajándola y fabricando una suerte de lago artificial que no mucho después volvería de rebote a los pies de Daruu, quien se había visto obligado a recortar la distancia con su oponente mientras formulaba los sellos, consciente del alcance de la técnica. Daruu flexionó las piernas y emitió chakra por las plantas de los pies a tiempo de que el agua lamiese las suelas de sus botas con tal de balancearse y mantener el equilibrio, como quien surfea por una pequeña ola de un metro.
Jadeaba. «Puta mierda, eso ha sido imprudente, pero ¡ha quedado genial! Sí... Escucha al público. Eso es lo que quieren. Ellos. Los kage. ¡Todo el mundo! Están esperando un espectáculo. ¿Y Datsue? ¿Le he dado?»
–
–
20 metros de hilo, 2 bombas de humo, 2 kunai y 1 antídoto en el portaobjetos, atado al muslo derecho
20 senbon, sueltos en el portaobjetos de la espalda
1 AO revelada: tenía dos bombas de humo escondidas en los puños cerrados.
Stats
Técnicas utilizadas
Pronto se discernió una figura saliendo de la oscuridad del estadio. Caminaba segura, sin ningún vacile en el andar. Tenía la mirada de quienes tienen más que ocultar que mostrar, ese brillo canalla difícil de explicar. Esos ojos negros le recordaban a algo, o a alguien, pero no sabía exactamente a quien. Su pelo era tan negro como los ojos y estaba recogido en un moño. Vestía como alguien que va de fin de semana al lago con los colegas, no a una pelea ninja: pantalones cortos beis, camiseta arremangada, y unas getas de madera que a Daruu siempre le habían parecido muy incómodas.
«¿Pero y este idiota? ¿Está saludando al público?». Ni en el más egocéntrico de los sueños de Daruu hubiera podido imaginarse lo que estaba viendo. «¡Acaba de besar al aire, el muy capullo!»
—Vaya, debes de ser Daruu, ¿cierto? —«¿Huh? ¿Cómo sabe...?». El extraño hizo una leve reverencia, y se presentó—: Uchiha Datsue, aunque mis amigos me llaman Datsue el Intrépido, un placer. —«Datsue el fanfarrón»—. Uchiha Akame te manda recuerdos.
Daruu frunció el entrecejo, apretó los dientes y aún más los puños, que se cerraron con fuerza sobre las dos bombas de humo.
—Bien. Te daré recuerdos de mi parte para él.
Arrojó la que tenía en la mano derecha entre los dos con presteza, e inmediatamente echó el brazo hacia atrás y lanzó la segunda hacia el cielo, bien alto, justo encima de la nube de humo que ya se había dispersado. Entretanto, el brazo derecho había hecho ya otra trastada y había dado con un senbon que instantes después lanzó a la segunda kemuridama.
Entrelazó las manos para hacer sellos.
Al otro lado de la nube de humo, Datsue vería a un objeto sobrevolar el cielo, e instantes después descubriría que se trataba de una bomba de humo que estalló e hizo la columna de polvo aún más grande si cabe. Esto tendría tres consecuencias. La primera de ellas era que, al menos según los planes de Daruu, la segunda bomba de humo actuaría como una pequeña distracción y confundiría a su oponente. La segunda era que el Daruu que salió de entre la nube, a ras de suelo, evidentemente falso, parecería terminar aquella estrategia circense convirtiéndola en la típica treta de un torneo de genins...
...y la tercera, es que la ola de cinco metros de altura, oculta tras el polvo, continuaría la saga y la convertiría en una bilogía que asombraría al público.
OOOOOOOOOOOHHHH.
Pudiera o no evitar el ataque, la marea engulliría la nube de humo —disipándola— y todo lo que hubiera por delante en esos momentos, abriendo un boquete en la madera, resquebrajándola y fabricando una suerte de lago artificial que no mucho después volvería de rebote a los pies de Daruu, quien se había visto obligado a recortar la distancia con su oponente mientras formulaba los sellos, consciente del alcance de la técnica. Daruu flexionó las piernas y emitió chakra por las plantas de los pies a tiempo de que el agua lamiese las suelas de sus botas con tal de balancearse y mantener el equilibrio, como quien surfea por una pequeña ola de un metro.
Jadeaba. «Puta mierda, eso ha sido imprudente, pero ¡ha quedado genial! Sí... Escucha al público. Eso es lo que quieren. Ellos. Los kage. ¡Todo el mundo! Están esperando un espectáculo. ¿Y Datsue? ¿Le he dado?»
160/160
97/160
-63
–20 metros de hilo, 2 bombas de humo, 2 kunai y 1 antídoto en el portaobjetos, atado al muslo derecho
20 senbon, sueltos en el portaobjetos de la espalda
1 AO revelada: tenía dos bombas de humo escondidas en los puños cerrados.
Stats
Técnicas utilizadas
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)