19/08/2017, 22:52
— Oh si, claro... Jeje... Sasagani Yota, para servirle. Es un placer, Eri-san. Ya hora, vayamos a por esos dangos, ¿Eh?
La joven volvió a fruncir el ceño, algo iba mal ahí, y ese sentimiento de duda incrementó cuando el desconocido mencionó su nombre y apellido. Algo no encajaba en su cabeza, y no sabía el qué. Sin embargo intentó pasar de aquello y añadió:
—Gracias, Yota-san, ¡vamos, va!
Así, ambos se dirigieron hacia donde Yota marcaba, que no era ni más ni menos que una pequeña tienda de dulces, donde parecía que había prácticamente cualquier dulce que ella había conocido en su corta existencia. Sin embargo, en su mente solo podía vislumbrar aquellas tres bolitas dulces clavadas en un palito, ¡incluso casi babeaba!
— Como podrás ver, es un sitio que no está nada mal. Así que todo tuyo.
—Ni que fueráis a comisión, Yota... —pero el honorífico nunca llegó, sino la realización, la realización de algo... Que había vivido antes —¡Espera! —exclamó—, ¡eres Yota! ¡Sasagani Yota! ¡Yo a ti te conozco! ¡Del Puente Kannabi! Y... ¡Y el gato! Yo... Yo... Lo siento...
La joven volvió a fruncir el ceño, algo iba mal ahí, y ese sentimiento de duda incrementó cuando el desconocido mencionó su nombre y apellido. Algo no encajaba en su cabeza, y no sabía el qué. Sin embargo intentó pasar de aquello y añadió:
—Gracias, Yota-san, ¡vamos, va!
Así, ambos se dirigieron hacia donde Yota marcaba, que no era ni más ni menos que una pequeña tienda de dulces, donde parecía que había prácticamente cualquier dulce que ella había conocido en su corta existencia. Sin embargo, en su mente solo podía vislumbrar aquellas tres bolitas dulces clavadas en un palito, ¡incluso casi babeaba!
— Como podrás ver, es un sitio que no está nada mal. Así que todo tuyo.
—Ni que fueráis a comisión, Yota... —pero el honorífico nunca llegó, sino la realización, la realización de algo... Que había vivido antes —¡Espera! —exclamó—, ¡eres Yota! ¡Sasagani Yota! ¡Yo a ti te conozco! ¡Del Puente Kannabi! Y... ¡Y el gato! Yo... Yo... Lo siento...