28/08/2017, 23:01
(Última modificación: 28/08/2017, 23:29 por Amedama Daruu.)
Al otro lado del portal, Daruu escuchó la reacción exagerada de unos pasos acelerados y retumbantes. Retrocedió un poco con cara de circunstancias. «¿S... se habrá tropezado?». Pero no, instantes después Ayame abrió la puerta. Allí estaba ella, con su habitual carilla de cervatillo. Una neurona rebelde hizo un par de conexiones que no debía y Daruu decidió que aquél era buen momento para no ser un cobarde. Dio un paso y la abrazó con todas sus fuerzas.
—¡Te echaba de menos! —dijo—. Supongo que tú también andas ocupada entrenando.
Se separó de ella y se rascó la nuca, diciendo un "eeeeeeehhh" que decía más no sé cómo decírtelo que el no sé qué te iba a decir yo que intentaba aparentar.
—Bueno, v-verás —empezó—. Estaba haciendo unas espirales a la carbonara, y me preguntaba si tenías alguna que otra cebolla de sobra...
»...y, bueno, si no tenías nada preparado para comer, quizás querrías compartir esas espirales conmigo.
—¡Te echaba de menos! —dijo—. Supongo que tú también andas ocupada entrenando.
Se separó de ella y se rascó la nuca, diciendo un "eeeeeeehhh" que decía más no sé cómo decírtelo que el no sé qué te iba a decir yo que intentaba aparentar.
—Bueno, v-verás —empezó—. Estaba haciendo unas espirales a la carbonara, y me preguntaba si tenías alguna que otra cebolla de sobra...
»...y, bueno, si no tenías nada preparado para comer, quizás querrías compartir esas espirales conmigo.