30/08/2017, 18:57
El hombre aceptó de buena gana la idea del peliblanco y, no sin antes agradecerles con esmero a los dos jóvenes que lo fueran a ayudar, salió corriendo hacia la capital del complejo en pos de avisar a la guardia de lo que había sucedido allí y que con suerte, mandaran gente a ayudarlos.
—Espero que no sea otra vez el vendedor ese que intentó robarme la inmortalidad la última vez... aún debería estar en el hospital...
El Senju parpadeó un par de veces, pensando que no había escuchado bien o algo por el estilo, pero era imposible que se hubiera inventado aquello por lo que, sin preámbulos, preguntó.
— ¿Cómo que robarte la inmortalidad? ¿Qué quieres decir?
Después de que terminara esta pequeña charla, ambos genin se lanzaron a la aventura, en busca del escondite de los hombres que habían secuestrado a todas aquellas personas, andando a ras de las montañas y mirando el suelo tratando de encontrar el extraño dibujo del que el hombre les había hablado.
— Oye Aiko... ¿tú crees lo que nos ha contado el hombre? Quiero decir, parecía realmente asustado pero... — Riko presentó sus dudas sobre aquello que estaban haciendo.
—Espero que no sea otra vez el vendedor ese que intentó robarme la inmortalidad la última vez... aún debería estar en el hospital...
El Senju parpadeó un par de veces, pensando que no había escuchado bien o algo por el estilo, pero era imposible que se hubiera inventado aquello por lo que, sin preámbulos, preguntó.
— ¿Cómo que robarte la inmortalidad? ¿Qué quieres decir?
Después de que terminara esta pequeña charla, ambos genin se lanzaron a la aventura, en busca del escondite de los hombres que habían secuestrado a todas aquellas personas, andando a ras de las montañas y mirando el suelo tratando de encontrar el extraño dibujo del que el hombre les había hablado.
— Oye Aiko... ¿tú crees lo que nos ha contado el hombre? Quiero decir, parecía realmente asustado pero... — Riko presentó sus dudas sobre aquello que estaban haciendo.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»