1/09/2017, 17:31
De pronto, sus palabras hicieron mella en la cabeza del calvo, obligándole a actuar más seguro de sí mismo, y mucho más serio también. Lo que en un principio había sido una pelea amistosa, se estaba transformando poco a poco en algo personal.
«Ya veo. Le ha de doler más el orgullo que la entrepierna. No parece sentarle muy bien el hecho de que sea superior a él en todos los aspectos posibles. Joder, y yo que pensé que iba a ser un simple entrenamiento amistoso...»
El semblante del escualo también cambió ligeramente, y su cuerpo se puso en guardia. Miró el cómo Karamaru se iba acercando parsimoniosamente en un círculo cerrado, y giró su cuerpo sobre su misma posición sin tomar él la iniciativa del próximo ataque. Tan sólo esperó, sonriente, con aquella morisqueta irónica que siempre vestía su rostro; dejando que el quicio de Karamaru fuera el que dominara sus acciones, y no así sus habilidades.
—Oye: ¿cuál es el colmo de un calvo? ... ¡tener ideas descabelladas!
«Ya veo. Le ha de doler más el orgullo que la entrepierna. No parece sentarle muy bien el hecho de que sea superior a él en todos los aspectos posibles. Joder, y yo que pensé que iba a ser un simple entrenamiento amistoso...»
El semblante del escualo también cambió ligeramente, y su cuerpo se puso en guardia. Miró el cómo Karamaru se iba acercando parsimoniosamente en un círculo cerrado, y giró su cuerpo sobre su misma posición sin tomar él la iniciativa del próximo ataque. Tan sólo esperó, sonriente, con aquella morisqueta irónica que siempre vestía su rostro; dejando que el quicio de Karamaru fuera el que dominara sus acciones, y no así sus habilidades.
—Oye: ¿cuál es el colmo de un calvo? ... ¡tener ideas descabelladas!