5/09/2017, 12:53
Los dos genin se encontraban allí parados, tratando de idear un plan con el que liberar a los rehenes sin que nadie resultara herido, lo cual no parecía tarea fácil pues, de momento eran capaces de ver dos guardias y ni si quiera sabían si habría alguno más.
— Está bien, está bien, haremos lo que tú dices, ¿quién se transforma?
Mientras los dos shinobi hablaban, un tercer sujeto hizo acto de aparición, un hombre de envergadura envidiable, fornido como el que más y bien armado con dos grandes espadas, a cada lado de su cintura.
— ¡Vosotros! ¿Cómo cojones se os ha escapado un prisionero? ¡Panda de inútiles! ¡Cómo vuelva a suceder vosotros ocuparéis su lugar! ¿Entendido?
Los dos hombres asintieron, visiblemente asustados, y rápidamente comenzaron a andar hacia el lado derecho de la cueva, al fondo, donde si los dos genin se fijaban bien podrían ver las jaulas en las que tenían prisioneras a varias personas. Mientras tanto, el grandote se dirigió hacia una mesa que se encontraba a la izquierda del lugar y empezó a comer algo de carne.
— Está bien, está bien, haremos lo que tú dices, ¿quién se transforma?
Mientras los dos shinobi hablaban, un tercer sujeto hizo acto de aparición, un hombre de envergadura envidiable, fornido como el que más y bien armado con dos grandes espadas, a cada lado de su cintura.
— ¡Vosotros! ¿Cómo cojones se os ha escapado un prisionero? ¡Panda de inútiles! ¡Cómo vuelva a suceder vosotros ocuparéis su lugar! ¿Entendido?
Los dos hombres asintieron, visiblemente asustados, y rápidamente comenzaron a andar hacia el lado derecho de la cueva, al fondo, donde si los dos genin se fijaban bien podrían ver las jaulas en las que tenían prisioneras a varias personas. Mientras tanto, el grandote se dirigió hacia una mesa que se encontraba a la izquierda del lugar y empezó a comer algo de carne.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»