7/09/2017, 22:28
El Uchiha chasqueó la lengua ante la respuesta de su compañero de promoción. No era lo que esperaba. ¿O quizás sí? Senju Riko siempre había sido un chaval tranquilo, simpático, de esos que no le caen mal a nadie. Era entendible que no quisiera poner en evidencia a nadie, o dejar mal a un antiguo compañero de clase. «Porque estoy seguro de que ha sido alguien de nuestra promoción. ¿Quién si no sabría lo de la votación? ¿Y lo de Haskoz y Noemi?»
Akame dio otro sorbo a su granizado y se recostó en la silla de madera, tratando de pensar la mejor jugada para sacarle a Riko la información que necesitaba. A él nunca se le habían dado bien esas cosas; Datsue era el especialista.
—No, la verdad es que no —respondió tras reflexionar unos instantes—. Riko-san, quien quiera que sea que está diciendo estas cosas por ahí está claro que quiere causarme problemas. ¿Por qué no me cuentas lo que sabes? De compañero a compañero.
Pese a que se esforzaba, sus intentos por convencer al Senju sonaban de lo más pobres.
Akame dio otro sorbo a su granizado y se recostó en la silla de madera, tratando de pensar la mejor jugada para sacarle a Riko la información que necesitaba. A él nunca se le habían dado bien esas cosas; Datsue era el especialista.
—No, la verdad es que no —respondió tras reflexionar unos instantes—. Riko-san, quien quiera que sea que está diciendo estas cosas por ahí está claro que quiere causarme problemas. ¿Por qué no me cuentas lo que sabes? De compañero a compañero.
Pese a que se esforzaba, sus intentos por convencer al Senju sonaban de lo más pobres.