7/09/2017, 23:54
Pese a que Riko parecía estar dándole largas otra vez, Akame tuvo que contenerse para no sonreír de satisfacción. Estaba avanzando, lento pero seguro. No perdió detalle de la expresión de su compañero gennin, que mudó de su actitud normal a una sorpresa, y luego a la calma más profunda. «Sabe algo y me lo está ocultando. Maldito seas, Riko-san, no me lo pongas más difícil... Voy a acabar descubriéndolo hagas lo que hagas». Akame era como un perro de presa; una vez fijaba su atención en un objetivo, no dejaba que nada le apartase del camino correcto.
—¿Y cómo puedes estar tan seguro? —replicó el Uchiha, tratando pobremente de fingir tristeza—. Llevamos desde principios de Ceniza aquí, quien quiera que sea esa persona a la que estás protegiendo, ha tenido tiempo más que de sobra para esparcir su mierda... —aseveró, apretando los puños—. ¿Cuándo te enteraste tú de todo esto?
Aquella parte se le estaba atascando, pero tenía que seguir presionando. Riko parecía más nervioso que hacía unos momentos, indicativo de que tal vez Akame se estaba acercando a algo.
—¿Y cómo puedes estar tan seguro? —replicó el Uchiha, tratando pobremente de fingir tristeza—. Llevamos desde principios de Ceniza aquí, quien quiera que sea esa persona a la que estás protegiendo, ha tenido tiempo más que de sobra para esparcir su mierda... —aseveró, apretando los puños—. ¿Cuándo te enteraste tú de todo esto?
Aquella parte se le estaba atascando, pero tenía que seguir presionando. Riko parecía más nervioso que hacía unos momentos, indicativo de que tal vez Akame se estaba acercando a algo.