9/09/2017, 22:04
(Última modificación: 9/09/2017, 22:10 por Uchiha Akame.)
Akame frunció el ceño ante la respuesta de su compañero. Para él, que era un muchacho criado desde que tenía memoria en la escala de poder y la disciplina, era difícil creer que hubiese alguien realmente más poderoso que un Kage en todo Oonindo. Y, sin embargo, tenía que admitir que las palabras de Riko guardaban cierto sentido.
—Uhm, sí, puede que tengas razón...
El Uchiha se quedó callado unos instantes, sumido en sus propios pensamientos. Realmente le importaba un culo quién hubiese fundado el Valle de los Dojos, o si era más fuerte que un Kage. No había sacado el tema más que para hacer algo de tiempo mientras los engranajes de su cabeza giraban a toda velocidad. Recorrió mentalmente sus últimos días en el Valle; y, tras no encontrar nada fuera de lugar, decidió remontarse todavía más atrás.
Ahí estaba. La aguja que andaba buscando. El día que almorzó con Koko, luego de ir a su habitación, alguien le había tomado una fotografía. En el momento ya tuvo sus sospechas, pero ese flash tan característico de las cámaras de fotos era inconfundible. Todavía recordaba cómo había capturado y apalizado a Hozuki Chokichi en su primera misión como gennin. En aquel momento, había visto lo mismo.
Así que tenía una fotografía, y ahora un rumor. Aquel día no se le había ocurrido un sólo motivo por el que alguien quisiera hacerle una foto a escondidas. Ahora lo había encontrado; la clave era el instante que esa fotografía había inmortalizado. El de él, tumbado sobre la cama de Koko y con la kunoichi subida encima. Se esforzó para no sonrojarse al recordarlo y siguió tirando del hilo. Una fotografía suya con ella encima, en una cama. ¿Y a quién se parecía endemoniadamente Koko?
«A Noemi. ¡A la jodida Noemi!»
Ahora lo veía claro. ¿Y si quien quiera que fuese que le había hecho esa foto era la misma persona que le había contado aquellas mentiras a Riko? Recordó las palabras del Senju un rato antes... «"Publicar". Publicar... ¡Publicar!» Dio un golpe sobre la mesa. Se estaba acercando.
—Oye, Riko... ¿Cómo dijiste que se llamaba el periódico para el que trabajaba esa persona? —disparó, y las prisas le hicieron incluso olvidarse de añadir "-san" al nombre de su compañero.
—Uhm, sí, puede que tengas razón...
El Uchiha se quedó callado unos instantes, sumido en sus propios pensamientos. Realmente le importaba un culo quién hubiese fundado el Valle de los Dojos, o si era más fuerte que un Kage. No había sacado el tema más que para hacer algo de tiempo mientras los engranajes de su cabeza giraban a toda velocidad. Recorrió mentalmente sus últimos días en el Valle; y, tras no encontrar nada fuera de lugar, decidió remontarse todavía más atrás.
Ahí estaba. La aguja que andaba buscando. El día que almorzó con Koko, luego de ir a su habitación, alguien le había tomado una fotografía. En el momento ya tuvo sus sospechas, pero ese flash tan característico de las cámaras de fotos era inconfundible. Todavía recordaba cómo había capturado y apalizado a Hozuki Chokichi en su primera misión como gennin. En aquel momento, había visto lo mismo.
Así que tenía una fotografía, y ahora un rumor. Aquel día no se le había ocurrido un sólo motivo por el que alguien quisiera hacerle una foto a escondidas. Ahora lo había encontrado; la clave era el instante que esa fotografía había inmortalizado. El de él, tumbado sobre la cama de Koko y con la kunoichi subida encima. Se esforzó para no sonrojarse al recordarlo y siguió tirando del hilo. Una fotografía suya con ella encima, en una cama. ¿Y a quién se parecía endemoniadamente Koko?
«A Noemi. ¡A la jodida Noemi!»
Ahora lo veía claro. ¿Y si quien quiera que fuese que le había hecho esa foto era la misma persona que le había contado aquellas mentiras a Riko? Recordó las palabras del Senju un rato antes... «"Publicar". Publicar... ¡Publicar!» Dio un golpe sobre la mesa. Se estaba acercando.
—Oye, Riko... ¿Cómo dijiste que se llamaba el periódico para el que trabajaba esa persona? —disparó, y las prisas le hicieron incluso olvidarse de añadir "-san" al nombre de su compañero.