10/09/2017, 13:18
El Uchiha observó con expresión inevitablemente seria lo que acababa de ocurrir. Mientras Riko y la mesera —que se había acercado al oír el ruido— recogían los pedazos de cristal, él se mantenía estático en su postura, con los ojos todavía fijos en el Senju. De no ser por la respiración que inflaba su pecho a cada tanto, incluso podría habérsele tomado por una estatua. Pero no, Akame estaba muy vivo y tenía claro que no iba a marcharse de allí sin las respuestas que quería.
Poco después la señora abandonó la terraza con los restos del vaso de cristal en un recogedor de hierro, y Akame esperó entonces que Riko pudiese contestar a su pregunta.
—Vaya, lo siento —dijo, aunque no tenía mucha pinta de sentirlo—. Como te decía, ¿cuál era el nombre del periódico para el que trabaja esta persona? Quizás me suene.
Poco después la señora abandonó la terraza con los restos del vaso de cristal en un recogedor de hierro, y Akame esperó entonces que Riko pudiese contestar a su pregunta.
—Vaya, lo siento —dijo, aunque no tenía mucha pinta de sentirlo—. Como te decía, ¿cuál era el nombre del periódico para el que trabaja esta persona? Quizás me suene.