11/09/2017, 22:37
El chico pareció centrarse un poco en su cometido. Tomó varias bocanadas de aire, e incluso se golpeó los mofletes con tal de ello, de mentalizarse. Quiso dedicarle unas palabras a la chica, pero para cuando lo intentó, la chica había desaparecido de su vera aparentemente, por lo cual cortó sus palabras en el mismo momento que se dio cuenta. Sin mas, corrió hacia delante, haciendo bastante ruido en su avance y chocando con varias sillas —que tocaron suelo— creando una clara distracción, una oportunidad única para que la chica cumpliese su parte del plan.
Tras armar el buen alboroto, el joven —disfrazado— salió corriendo, pasando por delante de la chica. Tras él, pasaron también los dos maleantes y el que parecía ser el jefe, o al menos parecía ser el mas fuerte. Los tres perseguían al chico frenéticamente, y éste huía a toda velocidad, siguiendo el plan.
«¡Ahora!»
Sin mas, la chica dejó atrás su camuflaje, y corrió hacia las celdas. Su carrera la llevaría rápidamente hacia la estancia de donde habían salido los maleantes, donde debía estar el resto de secuestrados —si es que el tipo decía la verdad— y las susodichas jaulas donde los retenían.
—Tranquilos, ya estoy aquí, vengo a salvarlos. —anunció sin pudor. —¡Guarden silencio y sigan mis instrucciones!
Ante todo, debían mantener la calma. La chica se impuso, dando a valer sus dotes de líder. Tras ello, daría un vistazo bien profundo a la situación, a lo que se cocía realmente en la sala. Sobre todo, debía salvarlos lo más rápido posible... debía buscar la manera mas rápida y efectiva de abrir las celdas.
Tras armar el buen alboroto, el joven —disfrazado— salió corriendo, pasando por delante de la chica. Tras él, pasaron también los dos maleantes y el que parecía ser el jefe, o al menos parecía ser el mas fuerte. Los tres perseguían al chico frenéticamente, y éste huía a toda velocidad, siguiendo el plan.
«¡Ahora!»
Sin mas, la chica dejó atrás su camuflaje, y corrió hacia las celdas. Su carrera la llevaría rápidamente hacia la estancia de donde habían salido los maleantes, donde debía estar el resto de secuestrados —si es que el tipo decía la verdad— y las susodichas jaulas donde los retenían.
—Tranquilos, ya estoy aquí, vengo a salvarlos. —anunció sin pudor. —¡Guarden silencio y sigan mis instrucciones!
Ante todo, debían mantener la calma. La chica se impuso, dando a valer sus dotes de líder. Tras ello, daría un vistazo bien profundo a la situación, a lo que se cocía realmente en la sala. Sobre todo, debía salvarlos lo más rápido posible... debía buscar la manera mas rápida y efectiva de abrir las celdas.