12/09/2017, 13:18
Los ojos de Ayame se endurecieron y sus músculos se tensaron. Las palabras de Daruu habían hecho mella. La kunoichi había caído en su provocación. Por eso, no le sorprendió que no tardase nada en gritarle como respuesta y le lanzase las armas, para después, ponerse a realizar sellos.
Daruu evadió el shuriken que iba dirigido a su pierna izquierda ladeando el cuerpo y bloqueó el otro con una ráfaga de su juuken. Inmediatamente, juntó las manos: Tigre.
La bala acuática chocó contra el torrente de Ayame prácticamente cuando estaba a punto de alcanzarle, y se abrió paso partiéndolo como una roca que atraviesa la arena. El chorro de agua de Ayame debilitó su ofensiva, pero también la nutrió, y al mismo tiempo que la bola de agua disminuía un poco a veces, también se hacía más grande un instante después.
Daruu evadió el shuriken que iba dirigido a su pierna izquierda ladeando el cuerpo y bloqueó el otro con una ráfaga de su juuken. Inmediatamente, juntó las manos: Tigre.
«¡Teppoudama!»
La bala acuática chocó contra el torrente de Ayame prácticamente cuando estaba a punto de alcanzarle, y se abrió paso partiéndolo como una roca que atraviesa la arena. El chorro de agua de Ayame debilitó su ofensiva, pero también la nutrió, y al mismo tiempo que la bola de agua disminuía un poco a veces, también se hacía más grande un instante después.