13/09/2017, 14:21
Sino..., seguirá siendo mi turno de palabra.
Como soy un chico educado le dejé hablar hasta el final, aunque Datsue tenía que ser medio miope o algo para no haberse dado cuenta de con quien está hablando.
— No, no, si me permites, este es mi turno de palabra. Veras, Datsue, querido compañero, igual no te has dado cuenta de un hecho... peculiar, así que te voy a contar una historia muy triste. La historia de un niño invisible.
Me estiré un poco para empezar mi hermoso relato.
— Erase una vez la mejor villa del mundo, imaginatela, con sus remolinos y sus cerezos, sí, yo tambien la echo de menos. En esa villa había una academia shinobi, como se espera de la mejor villa del mundo. En dicha academia una generación que prometía, con dos Uchihas, dos Senjus, dos tias buenas y el resto de niños. Aunque los apellidos eran sobre el papel, porque despues solo había un Senju:
— No, sensei, estoy aqui, yo tambien soy Senju — decía nuestro pobre niño invisible.
La gente no solo tendía a olvidarle rápido sino que hacían todo lo posible por hacerlo. Los profesores sabían que no habría represalias por ignorarle, total, no tenía padres. Entre los niños, algunos sí le hacían caso, otros estaban demasiado ocupados buscando tetas o conocimiento para siquiera plantearse que a lo mejor podían ser una familia. El niño invisible se graduó, porque por suerte su nombre seguía en los papeles y en una sala vacía era díficil no verle.— mire a Datsue con cara de "¿pillas la indirecta o qué?" y seguí — Ahora vienes aquí, te plantas ante mi y me dices "es que no quedais para hacer cosas todos juntos", con un par. Antes Akame y yo nos disputabamos el puesto de ignorado del grupo pero ahora he absorbido sus poderes y se ha doblado mi ignorabilidad. Y no me quejo, es bastante útil ser facilmente olvidado e ignorado, pero cuando lo hacen los de tu villa pues pasa esto. Supongo que por eso pensaba que en una situación de peligro real, pues entonces demostrarían algo de camaradería.
Me pasé las manos por la cara algo desesperado y volví a clavar mi mirada en el estanque.
— Yo no soy como tú o como Eri-chan que parece que no teneis problema en hablar con la gente y no decir ochenta burradas seguidas. Hablé con Koko y la ofendi con casi cada palabra que dije, hablé con Akame y apenas lo retuve dos minutos antes de que se pirase. Iba a decir que es como si tuviese la peste, pero es que YO SOY LA PESTE. ¿Crees que si les dijese de quedar dirían que sí? Pues no. Y lo peor es que los de las otras villas se interesan más que los de la mía propia, como les odio. Entonces los que deberían ignorarme y yo querría que me ignorasen, me hacen caso y los que deberían hacerme caso, me ignoran. Y con todo lo de Shiona, de verdad, tú no lo entiendes, yo no solo era un huerfano de esos que nadie quiere que sus hijos jueguen con él, es que los padres de los niños ni siquiera me odiaban porque no sabían de mi existencia porque sus hijos me ignoraban tanto o más que ellos, y si no me puse a hacer gamberradas o a apuñalar gatos fue única y exclusivamente porque Shiona-sama estaba ahí, porque me había dado un hogar y una villa, mi vida se la debía a ella. Y murió y decidí que el siguiente kage debería ser uno que quisiese vengar su muerte y murió y vino Gouna-sama y dijo que era mejor mantener la paz.
Había vacíos que no conseguía llenar desde la muerte de Shiona era eso y que Datsue me había crispado, venía aquí dandoselas de listo, ja, haber intentado hacer quedadas y cosas jaja xd, pues ojalá pudiese. Gilipollas. Pues vaya sermón te acaba de caer por idiota. Gilivaginas. El super poder de los Uchiha es que se les sube a la cabeza. Imbeciles, creidos, hijos de un chacal.
— Y aquí estamos, la paz sin Shiona-sama me sabe agridulce pero si es lo mejor para villa lo acataré, protegeré la villa y a sus gentes, incluso a los idiotas. Porque eso es lo que me enseño mi kage. Y todo eso reprimiendo todo el insinto asesino y las ganas de mataros a todos y cada uno de vosotros, los idiotas. Solo de pensar en el examen de chunnin se me eriza la piel.
Como soy un chico educado le dejé hablar hasta el final, aunque Datsue tenía que ser medio miope o algo para no haberse dado cuenta de con quien está hablando.
— No, no, si me permites, este es mi turno de palabra. Veras, Datsue, querido compañero, igual no te has dado cuenta de un hecho... peculiar, así que te voy a contar una historia muy triste. La historia de un niño invisible.
Me estiré un poco para empezar mi hermoso relato.
— Erase una vez la mejor villa del mundo, imaginatela, con sus remolinos y sus cerezos, sí, yo tambien la echo de menos. En esa villa había una academia shinobi, como se espera de la mejor villa del mundo. En dicha academia una generación que prometía, con dos Uchihas, dos Senjus, dos tias buenas y el resto de niños. Aunque los apellidos eran sobre el papel, porque despues solo había un Senju:
— No, sensei, estoy aqui, yo tambien soy Senju — decía nuestro pobre niño invisible.
La gente no solo tendía a olvidarle rápido sino que hacían todo lo posible por hacerlo. Los profesores sabían que no habría represalias por ignorarle, total, no tenía padres. Entre los niños, algunos sí le hacían caso, otros estaban demasiado ocupados buscando tetas o conocimiento para siquiera plantearse que a lo mejor podían ser una familia. El niño invisible se graduó, porque por suerte su nombre seguía en los papeles y en una sala vacía era díficil no verle.— mire a Datsue con cara de "¿pillas la indirecta o qué?" y seguí — Ahora vienes aquí, te plantas ante mi y me dices "es que no quedais para hacer cosas todos juntos", con un par. Antes Akame y yo nos disputabamos el puesto de ignorado del grupo pero ahora he absorbido sus poderes y se ha doblado mi ignorabilidad. Y no me quejo, es bastante útil ser facilmente olvidado e ignorado, pero cuando lo hacen los de tu villa pues pasa esto. Supongo que por eso pensaba que en una situación de peligro real, pues entonces demostrarían algo de camaradería.
Me pasé las manos por la cara algo desesperado y volví a clavar mi mirada en el estanque.
— Yo no soy como tú o como Eri-chan que parece que no teneis problema en hablar con la gente y no decir ochenta burradas seguidas. Hablé con Koko y la ofendi con casi cada palabra que dije, hablé con Akame y apenas lo retuve dos minutos antes de que se pirase. Iba a decir que es como si tuviese la peste, pero es que YO SOY LA PESTE. ¿Crees que si les dijese de quedar dirían que sí? Pues no. Y lo peor es que los de las otras villas se interesan más que los de la mía propia, como les odio. Entonces los que deberían ignorarme y yo querría que me ignorasen, me hacen caso y los que deberían hacerme caso, me ignoran. Y con todo lo de Shiona, de verdad, tú no lo entiendes, yo no solo era un huerfano de esos que nadie quiere que sus hijos jueguen con él, es que los padres de los niños ni siquiera me odiaban porque no sabían de mi existencia porque sus hijos me ignoraban tanto o más que ellos, y si no me puse a hacer gamberradas o a apuñalar gatos fue única y exclusivamente porque Shiona-sama estaba ahí, porque me había dado un hogar y una villa, mi vida se la debía a ella. Y murió y decidí que el siguiente kage debería ser uno que quisiese vengar su muerte y murió y vino Gouna-sama y dijo que era mejor mantener la paz.
Había vacíos que no conseguía llenar desde la muerte de Shiona era eso y que Datsue me había crispado, venía aquí dandoselas de listo, ja, haber intentado hacer quedadas y cosas jaja xd, pues ojalá pudiese. Gilipollas. Pues vaya sermón te acaba de caer por idiota. Gilivaginas. El super poder de los Uchiha es que se les sube a la cabeza. Imbeciles, creidos, hijos de un chacal.
— Y aquí estamos, la paz sin Shiona-sama me sabe agridulce pero si es lo mejor para villa lo acataré, protegeré la villa y a sus gentes, incluso a los idiotas. Porque eso es lo que me enseño mi kage. Y todo eso reprimiendo todo el insinto asesino y las ganas de mataros a todos y cada uno de vosotros, los idiotas. Solo de pensar en el examen de chunnin se me eriza la piel.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)