13/09/2017, 15:01
(Última modificación: 13/09/2017, 15:02 por Inuzuka Nabi.)
Keisuke y Mogura actuaron rápidamente, ocultandose tras lápidas de pobres muertos que ahora ofrecían escudo contra bolas de fuego. Sin embargo, lejos de la explosión de llamas que ellos esperaban y quemaduras de segundo grado en los muertos, únicamente vieron pasar una pequeña bola de fuego que disminuyó exponencialmente hasta desaparecer incluso antes de que pudiesen darse cuenta de que no corrían peligro alguno.
Karamaru se plantaría donde estaban sus dos compañeros en apenas unos segundos viendo el panorama.
Sin embargo, había algo que los tres habían olvidado, aunque fuera solo momentaneamente por las bolas de fuego y los gritos. La noche había caído sobre ellos y con ella la extraña y espesa niebla caracteristica de aquel cementerio.
Por suerte, Keisuke y Mogura recordaban perfectamente por donde debían ir gracias a su notable inteligencia, por desgracia empezaban a sentirse fatigados del viaje. Especialmente Keisuke, aunque Mogura no estaba mucho mejor, cargar con tantas cosas con su escasa fuerza le pasaba factura. Hasta a Karamaru le empezaba a pesar el culo de ir de aqui para allí sin pensar.
De momento podrían seguir con su caminata, pero era cuestión de tiempo que el sueño les atacase.
Karamaru se plantaría donde estaban sus dos compañeros en apenas unos segundos viendo el panorama.
Sin embargo, había algo que los tres habían olvidado, aunque fuera solo momentaneamente por las bolas de fuego y los gritos. La noche había caído sobre ellos y con ella la extraña y espesa niebla caracteristica de aquel cementerio.
Por suerte, Keisuke y Mogura recordaban perfectamente por donde debían ir gracias a su notable inteligencia, por desgracia empezaban a sentirse fatigados del viaje. Especialmente Keisuke, aunque Mogura no estaba mucho mejor, cargar con tantas cosas con su escasa fuerza le pasaba factura. Hasta a Karamaru le empezaba a pesar el culo de ir de aqui para allí sin pensar.
De momento podrían seguir con su caminata, pero era cuestión de tiempo que el sueño les atacase.