13/09/2017, 16:26
Si Akame creyó que la conversación iba a seguir siendo tan fluída y casual como hasta ese momento, se equivocaba; y de pleno. La kunoichi dudó tras unos instantes de silencio, pero finalmente le lanzó una pregunta. Una que sirvió para que Akame entiendiese el verdadero alcance que había tenido la desvergüenza de su compañero de profesión y ex-camarada. «Así que también lo saben los ninjas de otras Aldeas...»
El Uchiha endureció todas las facciones de su rostro, taladrando a Ayame con la mirada. Trató de controlar su ira, consciente de que aquella kunoichi no había tenido voz ni voto en el rastrero plan de Datsue y que tan sólo era una espectadora más. Maldijo para sí a aquel traidor y luego contestó con brusquedad.
—No pareces el tipo de persona que leería esa prensa —hizo especial hincapié en que se notase la ironía de la palabra— basura.
Sin más, escupió a un lado y luego se dio media vuelta para seguir con sus distracciones. Entonces reparó en algo, se volteó, y casi escupió las palabras.
—No tendrás un pañuelo por ahí, ¿no?
El Uchiha endureció todas las facciones de su rostro, taladrando a Ayame con la mirada. Trató de controlar su ira, consciente de que aquella kunoichi no había tenido voz ni voto en el rastrero plan de Datsue y que tan sólo era una espectadora más. Maldijo para sí a aquel traidor y luego contestó con brusquedad.
—No pareces el tipo de persona que leería esa prensa —hizo especial hincapié en que se notase la ironía de la palabra— basura.
Sin más, escupió a un lado y luego se dio media vuelta para seguir con sus distracciones. Entonces reparó en algo, se volteó, y casi escupió las palabras.
—No tendrás un pañuelo por ahí, ¿no?