14/09/2017, 01:05
Quizás Akame no era tan mal tipo. Quizás Akame sólo estuviese cansado porque un chunin le había ordenado matar a alguien que no se lo merecía y luego su Kage le había mandado a buscar por medio Oonindo a ese mismo tipo, bajo la lluvia y pisando barro. Sí, Daruu se había estado repitiendo esas palabras desde el día siguiente al que ocurrió su discusión con el uzujin. Pero no fue hasta en ese momento, cuando lo vio delante, tan molesto, tan hablador, tan... humano; que se las creyó.
—Perdona. He tenido días mejores.
«Oh, sí, adelante, discúlpate por contestarme mal pero por intentar matarme no. Será capullo», ironizó Daruu. Aún así sonrió. Se sorprendió encontrándolo gracioso.
Akame le dirigió toda su atención después, cuando Daruu reveló que había sido eliminado.
—¿Y eso por qué? ¿Te eliminaron?
—Ni más ni menos que tu fiel amigo Datsue el Intrépido, precisamente —rio—. En realidad, quedamos empate. Nos eliminamos mutuamente.
»Por eso te dije lo de los recuerdos. La verdad, yo en tu lugar también estaría bastante enfadado. Supongo que lo que te pasa es... esto.
Se reincorporó desde la barandilla, se llevó la mano al bolsillo y sustrajo de él la revista Corazón Uzureño. La arrojó entre ellos dos. El panfleto cayó sobre la madera del puente y se deslizó un poco mostrando su portada reveladora en todo su esplendor.
—Me la deslizaron por la puerta de mi habitación —dijo, encogiéndose de hombros—. Hay que ser un poco idiota si pretendes pasar de incógnito con ese mote si luego vas presentándote a todo el mundo como el intrépido de todas formas.
—Perdona. He tenido días mejores.
«Oh, sí, adelante, discúlpate por contestarme mal pero por intentar matarme no. Será capullo», ironizó Daruu. Aún así sonrió. Se sorprendió encontrándolo gracioso.
Akame le dirigió toda su atención después, cuando Daruu reveló que había sido eliminado.
—¿Y eso por qué? ¿Te eliminaron?
—Ni más ni menos que tu fiel amigo Datsue el Intrépido, precisamente —rio—. En realidad, quedamos empate. Nos eliminamos mutuamente.
»Por eso te dije lo de los recuerdos. La verdad, yo en tu lugar también estaría bastante enfadado. Supongo que lo que te pasa es... esto.
Se reincorporó desde la barandilla, se llevó la mano al bolsillo y sustrajo de él la revista Corazón Uzureño. La arrojó entre ellos dos. El panfleto cayó sobre la madera del puente y se deslizó un poco mostrando su portada reveladora en todo su esplendor.
—Me la deslizaron por la puerta de mi habitación —dijo, encogiéndose de hombros—. Hay que ser un poco idiota si pretendes pasar de incógnito con ese mote si luego vas presentándote a todo el mundo como el intrépido de todas formas.