14/09/2017, 21:32
(Última modificación: 14/09/2017, 21:33 por Inuzuka Nabi.)
Estaba claro que cada uno estaba interpretando al otro como le salía del cimbrel, lo cual era lo normal en este tipo de situaciones, así que hice un esfuerzo gigantesco, enormidastico por no reaccionar de forma poco halagueña a los comentarios de Datsue que parecía estar desestimando todas y cada una de las palabras que salían de mi boca sin siquiera procesarlas.
Interpuse las manos entre nosotros con las palmas abiertas intentando hacer un llamamiento a la cordialidad.
— A ver, que no estaba diciendo que mi vida fuera la más triste del universo y del mundo mundial. Solo estaba justificando que yo nunca he necesitado a nadie, no necesito el mimo y respeto de nadie, vale, igual el respeto sí, pero a lo que me vengo a referir es que no quiero que me ames y me adores y seamos los mejores amigos del mundo mundial. Quiero que los que se supone que son mis compañeros tengan un minimo de compañerismo, de camaraderia. Puedes odiarme, me da igual, pero sé consciente de que somos aliados y en el combate no dejes que esas tonterias te nublen.
Aclarado empecé a argumentar por qué era gilipollas, bajando los brazos dando por concluido mi pre discurso conciliador.
— Creo que los turnos de palabra deberían ser más cortos porque ya no me acuerdo de la mitad de las cosas. Ehh... sí, tio, que huevos que tienes. Con lo de que eras nuevo y no conocias a nadie, coño, ¡haberte presentado! Que era responsabilidad tuya que eras el nuevo. Yo ni te conocía hasta ahora, ni una nota bajo la puerta ni un "Hola soy Datsue, pero puedes llamarme Datsu-chan", no sé. Me empiezas a echar la bronca a mi con que no me he esforzado lo suficiente, pues vaya uno para ir dando lecciones. Aprovecho para decirte que yo he insistido en lo de quedar todos para entrenar o para discutir sobre asuntos de interes público y las respuestas eran "Es que no tengo hueco en mi agenda" o "Es que somos muchos y claro no vamos a poder organizarnos bien, no nos llegara el turno de palabra nunca, algunos tendrán que irse pronto... blablabla".
Me quedé un momento recopilando información de la lista interna que había hecho de cosas que devolverle a Datsue.
— Y otra cosa antes de cederte el turno, todos maldecimos cuando estamos cabreados pero bien que tambien te he dicho que protegeré y ayudaré incluso a los idiotas, no me obvies la mitad de cosas que digo. Si ahora Kotetsu aparece aqui retorciendose de dolor, seré el primero en llamar a un medico o en sacarle de su agonia.
Hice ademán de cederle el turno sin pensar friamente en lo que acababa de decir. Repasando mentalmente porque estaba seguro de que se me olvidaba algo, algún asunto... tetudo.
Interpuse las manos entre nosotros con las palmas abiertas intentando hacer un llamamiento a la cordialidad.
— A ver, que no estaba diciendo que mi vida fuera la más triste del universo y del mundo mundial. Solo estaba justificando que yo nunca he necesitado a nadie, no necesito el mimo y respeto de nadie, vale, igual el respeto sí, pero a lo que me vengo a referir es que no quiero que me ames y me adores y seamos los mejores amigos del mundo mundial. Quiero que los que se supone que son mis compañeros tengan un minimo de compañerismo, de camaraderia. Puedes odiarme, me da igual, pero sé consciente de que somos aliados y en el combate no dejes que esas tonterias te nublen.
Aclarado empecé a argumentar por qué era gilipollas, bajando los brazos dando por concluido mi pre discurso conciliador.
— Creo que los turnos de palabra deberían ser más cortos porque ya no me acuerdo de la mitad de las cosas. Ehh... sí, tio, que huevos que tienes. Con lo de que eras nuevo y no conocias a nadie, coño, ¡haberte presentado! Que era responsabilidad tuya que eras el nuevo. Yo ni te conocía hasta ahora, ni una nota bajo la puerta ni un "Hola soy Datsue, pero puedes llamarme Datsu-chan", no sé. Me empiezas a echar la bronca a mi con que no me he esforzado lo suficiente, pues vaya uno para ir dando lecciones. Aprovecho para decirte que yo he insistido en lo de quedar todos para entrenar o para discutir sobre asuntos de interes público y las respuestas eran "Es que no tengo hueco en mi agenda" o "Es que somos muchos y claro no vamos a poder organizarnos bien, no nos llegara el turno de palabra nunca, algunos tendrán que irse pronto... blablabla".
Me quedé un momento recopilando información de la lista interna que había hecho de cosas que devolverle a Datsue.
— Y otra cosa antes de cederte el turno, todos maldecimos cuando estamos cabreados pero bien que tambien te he dicho que protegeré y ayudaré incluso a los idiotas, no me obvies la mitad de cosas que digo. Si ahora Kotetsu aparece aqui retorciendose de dolor, seré el primero en llamar a un medico o en sacarle de su agonia.
Hice ademán de cederle el turno sin pensar friamente en lo que acababa de decir. Repasando mentalmente porque estaba seguro de que se me olvidaba algo, algún asunto... tetudo.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)