24/07/2015, 18:51
La mujer se sorprendió ante los buenos modales del rubio amigo de su hija, ya que no estaba acostumbrada a conocer chicos de esa edad con esa buena educación. Luego tomó a su hija por los hombros y la abrazó por el cuello. ''Quiere algo, lo intuyo.''
-Muchas gracias por cuidar a mi hija, Zuka-Agradeció la mayor de cabellos azules.-¿Puedo hacer algo por agradecértelo?-Shian salió del establecimiento guiando a su hija y observando que el rubio estuviese cerca para que la escuchase.
Eri miró a su madre sin saber muy bien qué decirla. El joven de cabellos rubios se había ofrecido a ayudarla a buscar a su madre y ya estaba con ella, así que ya tocaba decir adiós, puesto que él se iría a buscar a su tío. Su madre había buscado dos días en busca de su hierba medicinal, así que no sabría a ciencia cierta cuánto tiempo estaría en aquellas islas, tampoco si podría volver a ver a Zukamane alguna vez más. Ese pensamiento le hizo sentirse triste, porque Zuka había sido uno de sus primeros amigos, aunque eso él no lo sabía, claro está, pero ella lo consideraba así.
-Mamá, ¿encontraste tus hierbas medicinales?-Preguntó la joven de cabellos azules. La mujer asintió con un suave movimiento de cabeza mientras le acariciaba el cabello a su hija. -Entonces, ¿volveremos ya a Uzu?
-Bueno, creo que mañana partiremos, pero si quieres te dará tiempo a despedirte de tu amigo si está por aquí.- Explicó Shian. -Algo me dice que no eres de por aquí.-Dijo ahora refiriéndose al rubio.-Espero que tengas una buena estancia en las islas.-Terminó con una sonrisa.
''¿Entonces toca ya despedirse de Zuka?'' Se preguntó a sí misma la pequeña kunoichi. Miró al rubio, y le sonrió, esperando a ver qué decía él ante todo esto.
-Muchas gracias por cuidar a mi hija, Zuka-Agradeció la mayor de cabellos azules.-¿Puedo hacer algo por agradecértelo?-Shian salió del establecimiento guiando a su hija y observando que el rubio estuviese cerca para que la escuchase.
Eri miró a su madre sin saber muy bien qué decirla. El joven de cabellos rubios se había ofrecido a ayudarla a buscar a su madre y ya estaba con ella, así que ya tocaba decir adiós, puesto que él se iría a buscar a su tío. Su madre había buscado dos días en busca de su hierba medicinal, así que no sabría a ciencia cierta cuánto tiempo estaría en aquellas islas, tampoco si podría volver a ver a Zukamane alguna vez más. Ese pensamiento le hizo sentirse triste, porque Zuka había sido uno de sus primeros amigos, aunque eso él no lo sabía, claro está, pero ella lo consideraba así.
-Mamá, ¿encontraste tus hierbas medicinales?-Preguntó la joven de cabellos azules. La mujer asintió con un suave movimiento de cabeza mientras le acariciaba el cabello a su hija. -Entonces, ¿volveremos ya a Uzu?
-Bueno, creo que mañana partiremos, pero si quieres te dará tiempo a despedirte de tu amigo si está por aquí.- Explicó Shian. -Algo me dice que no eres de por aquí.-Dijo ahora refiriéndose al rubio.-Espero que tengas una buena estancia en las islas.-Terminó con una sonrisa.
''¿Entonces toca ya despedirse de Zuka?'' Se preguntó a sí misma la pequeña kunoichi. Miró al rubio, y le sonrió, esperando a ver qué decía él ante todo esto.