21/09/2017, 11:34
(Última modificación: 21/09/2017, 11:34 por Aotsuki Ayame.)
—Qué sabrás tú de pizza, si ni siquiera sabes cómo pronunciarla. Como para saber comerla —replicó Daruu, y sus palabras, directas como una saeta, acertaron en el corazón de Ayame.
—¡Niños! —intervino Kiroe, dando una palmada en la mesa que logró sobresaltarla.
Ayame hundió los hombros y se mordió el labio inferior. Tenía un doloroso nudo agarrado en la base de la garganta, por lo que optó por no decir nada más. Y estuvo así, callada, un buen rato. Hasta que sintió que las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos y se levantó de improvisto.
—Yo... voy al baño... —dijo con un hilo de voz.
Entre rápidas y largas zancadas, recorrió el hall hasta dar con los cuartos de baño. Se metió a toda prisa en el de mujeres, se apoyó en el lavabo más cercano y abrió el grifo para echarse agua fría en la cara, tratando de disimular la rojez de sus ojos y las lágrimas.
¿Por qué había tenido que terminar aquello así? ¿Por qué no podían tener una cena en paz con sus familiares? Se suponía que eran novios, no deberían hablarse ni enfadarse de aquella manera... Aunque, en realidad, toda la culpa había sido solamente suya...
Mientras, en la mesa, Kiroe había clavado sus ojos violáceos en Daruu.
—Esta niña... —suspiró Zetsuo al aire, con el ceño fruncido.
—¡Niños! —intervino Kiroe, dando una palmada en la mesa que logró sobresaltarla.
Ayame hundió los hombros y se mordió el labio inferior. Tenía un doloroso nudo agarrado en la base de la garganta, por lo que optó por no decir nada más. Y estuvo así, callada, un buen rato. Hasta que sintió que las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos y se levantó de improvisto.
—Yo... voy al baño... —dijo con un hilo de voz.
Entre rápidas y largas zancadas, recorrió el hall hasta dar con los cuartos de baño. Se metió a toda prisa en el de mujeres, se apoyó en el lavabo más cercano y abrió el grifo para echarse agua fría en la cara, tratando de disimular la rojez de sus ojos y las lágrimas.
¿Por qué había tenido que terminar aquello así? ¿Por qué no podían tener una cena en paz con sus familiares? Se suponía que eran novios, no deberían hablarse ni enfadarse de aquella manera... Aunque, en realidad, toda la culpa había sido solamente suya...
Mientras, en la mesa, Kiroe había clavado sus ojos violáceos en Daruu.
—Esta niña... —suspiró Zetsuo al aire, con el ceño fruncido.