24/09/2017, 12:09
(Última modificación: 24/09/2017, 12:09 por Inuzuka Nabi.)
Riko denegó la oferta de Fu y fue Koko la primera en hablar.
—Bien, iré con usted —
El hombre se echó a un lado dejandole tanto sitio como le fuera posible sin olvidar que es él el que tiene que llevar las riendas. Una vez todos estuvieron listos con un suave movimiento les dijo a los caballos que se pusieran en marcha.
— No se preocupe Shin Fu-san, yo no tengo ningún problema en dormir al raso, así que venga, vamos a ponernos en marcha. —
— Ya supongo que sabreis que nos espera un largo día de Planicie del Silencio, así que tendremos que hacer noche en algún lugar apartado que encontremos.
—Disculpe, ¿pero qué tipo de mercancías lleva? —
— Oh, normalmente lo que me diga el cliente, hago de contacto entre Minori y Uzushiogakure, aunque tambien compro y vendo lo que puedo para aprovechar el viaje.
Estuvo unos segundos en silencio, hasta que entendió lo que le estaba preguntando la kunoichi.
— Ah, te refieres a qué llevo ahora mismo. Pues he comprado un lote de ceramica que ha sido verlo y pensar en mi esposa y mis hijos y en lo mucho que les gustaría. A mi esposa porque le encantan las vajillas de ceramica buena y a mis hijos porque tienen unos dibujos la mar de infantiles.
Podría haberse pasado horas dandole la murga sobre su familia pero se autocensuró porque sabía que no había cumplido sus expectativas y prefirió dejarle un tiempo para que tragara ese duro golpe. Aunque en realidad, cargaba más que una vajilla de ceramica, o eso o tenía 20 hijos y 3 esposas.
—Bien, iré con usted —
El hombre se echó a un lado dejandole tanto sitio como le fuera posible sin olvidar que es él el que tiene que llevar las riendas. Una vez todos estuvieron listos con un suave movimiento les dijo a los caballos que se pusieran en marcha.
— No se preocupe Shin Fu-san, yo no tengo ningún problema en dormir al raso, así que venga, vamos a ponernos en marcha. —
— Ya supongo que sabreis que nos espera un largo día de Planicie del Silencio, así que tendremos que hacer noche en algún lugar apartado que encontremos.
—Disculpe, ¿pero qué tipo de mercancías lleva? —
— Oh, normalmente lo que me diga el cliente, hago de contacto entre Minori y Uzushiogakure, aunque tambien compro y vendo lo que puedo para aprovechar el viaje.
Estuvo unos segundos en silencio, hasta que entendió lo que le estaba preguntando la kunoichi.
— Ah, te refieres a qué llevo ahora mismo. Pues he comprado un lote de ceramica que ha sido verlo y pensar en mi esposa y mis hijos y en lo mucho que les gustaría. A mi esposa porque le encantan las vajillas de ceramica buena y a mis hijos porque tienen unos dibujos la mar de infantiles.
Podría haberse pasado horas dandole la murga sobre su familia pero se autocensuró porque sabía que no había cumplido sus expectativas y prefirió dejarle un tiempo para que tragara ese duro golpe. Aunque en realidad, cargaba más que una vajilla de ceramica, o eso o tenía 20 hijos y 3 esposas.