24/09/2017, 13:19
(Última modificación: 24/09/2017, 13:19 por Uchiha Akame.)
«Por las tetas de Amaterasu, no puedo creer que esto este sucediendo precisamente ahora». El Uchiha inspiró, espiró y luego acabó soltando un suspiro de resignación. Su mano derecha había echado mano del kunai que estaba sobre la mesa, junto a la puerta. Tuvo que hacer un considerable esfuerzo para no abrir la puerta y clavárselo a Nabi entre ceja y ceja.
—Nabi-san, es tarde. Me voy a dormir, y te aconsejo que hagas lo mismo —respondió, tajante—. Si tienes ganas de cháchara, vuelve a una hora decente mañana.
Ni corto ni perezoso el Uchiha le echó el pestillo a la puerta, apagó la luz de la habitación y se dio media vuelta, rumbo a la cama. De camino dejó el kunai sobre la mesa y finalmente se dejó caer sobre el colchón, boca abajo, junto a Koko. Parecía agotado. Con un resoplido, soltó de repente.
—¿Sabes? Creo que en realidad me gustas porque eres la única persona de toda esta condenada Aldea a la que no me gustaría meterle un tetsubo por el culo ahora mismo.
—Nabi-san, es tarde. Me voy a dormir, y te aconsejo que hagas lo mismo —respondió, tajante—. Si tienes ganas de cháchara, vuelve a una hora decente mañana.
Ni corto ni perezoso el Uchiha le echó el pestillo a la puerta, apagó la luz de la habitación y se dio media vuelta, rumbo a la cama. De camino dejó el kunai sobre la mesa y finalmente se dejó caer sobre el colchón, boca abajo, junto a Koko. Parecía agotado. Con un resoplido, soltó de repente.
—¿Sabes? Creo que en realidad me gustas porque eres la única persona de toda esta condenada Aldea a la que no me gustaría meterle un tetsubo por el culo ahora mismo.