24/09/2017, 22:57
La intensidad del beso aumentó considerablemente y de golpe… Se esfumó.
Akame se había separado y tumbado boca abajo en la cama, habiéndose sacado la playera previamente y Koko tenía en claro lo que tenía que hacer. «Bueno… »Pensó acercándose a la cama.
Se subió al colchón, gateó un poco por encima del Uchiha y una vez más se sentó sobre el trasero ajeno para estarse cómoda y tener espacio para trabajar la espalda del chico.
—Si duele me avisas —le indicó antes de comenzar.
Primeramente empezó presionando las yemas de sus dedos sobre los hombros del genin. Trazaba círculos sobre la piel y otras veces sencillamente presionaba sin mover los dedos de ubicación.
Se sentía completamente distinto de lo usual, es decir, no había forma de comparar la espalda de Uchiha Akame con la de Sakamoto Noemi, la última era puede que excesivamente suave y delicada, dando la sensación de que con un poco de fuerza mal aplicada podría lastimar la piel o incluso algún hueso. En el caso del shinobi, este le daba la sensación contraria, por eso aplicaba algo más de fuerza, para asegurarse de generar en él alguna sensación.
Akame se había separado y tumbado boca abajo en la cama, habiéndose sacado la playera previamente y Koko tenía en claro lo que tenía que hacer. «Bueno… »Pensó acercándose a la cama.
Se subió al colchón, gateó un poco por encima del Uchiha y una vez más se sentó sobre el trasero ajeno para estarse cómoda y tener espacio para trabajar la espalda del chico.
—Si duele me avisas —le indicó antes de comenzar.
Primeramente empezó presionando las yemas de sus dedos sobre los hombros del genin. Trazaba círculos sobre la piel y otras veces sencillamente presionaba sin mover los dedos de ubicación.
Se sentía completamente distinto de lo usual, es decir, no había forma de comparar la espalda de Uchiha Akame con la de Sakamoto Noemi, la última era puede que excesivamente suave y delicada, dando la sensación de que con un poco de fuerza mal aplicada podría lastimar la piel o incluso algún hueso. En el caso del shinobi, este le daba la sensación contraria, por eso aplicaba algo más de fuerza, para asegurarse de generar en él alguna sensación.