26/09/2017, 22:41
Tal y como esperaba, Daruu no se ofreció a soltarle aquella información así porque sí; pero, al menos, Akame pudo confirmar que la tenía. «Supongo que era de esperar, después de todo es su novio...» El Amedama le proponía un jugoso intercambio que consistía en soplarle algunos secretillos de aquel jutsu de Ayame a cambio de que él desembuchara acerca del Sharingan.
Akame agachó la cabeza y sonrió con sinceridad. Luego alzó la mirada y la clavó en los ojos blancos del amejin.
—Lo siento, Daruu-kun, pero los secretos de un Uchiha valen cien veces los de cualquier otro ninja —replicó, convencido—. Supongo que tendré que esperar a los próximos combates para averiguarlo.
»Si te digo la verdad... Todo esto del Torneo, no sé... No le veo la punta —se sinceró de repente el Uchiha—. Quiero decir, el próximo Examen de Chuunin ya se anunció, y los requisitos no son moco de pavo. ¿Por qué nos traen aquí medio Verano?
Arrojó una mirada larga al horizonte, por donde el Sol ya se iba escondiendo tras las montañas del Valle. Los Dojos era, sin duda, un lugar peculiar... Pero a él le provocarían, siempre, sentimientos enfrentados.
Akame agachó la cabeza y sonrió con sinceridad. Luego alzó la mirada y la clavó en los ojos blancos del amejin.
—Lo siento, Daruu-kun, pero los secretos de un Uchiha valen cien veces los de cualquier otro ninja —replicó, convencido—. Supongo que tendré que esperar a los próximos combates para averiguarlo.
»Si te digo la verdad... Todo esto del Torneo, no sé... No le veo la punta —se sinceró de repente el Uchiha—. Quiero decir, el próximo Examen de Chuunin ya se anunció, y los requisitos no son moco de pavo. ¿Por qué nos traen aquí medio Verano?
Arrojó una mirada larga al horizonte, por donde el Sol ya se iba escondiendo tras las montañas del Valle. Los Dojos era, sin duda, un lugar peculiar... Pero a él le provocarían, siempre, sentimientos enfrentados.