26/09/2017, 23:16
Zetsuo levantó la mirada de su plato y sus ojos de águila, afilados y de color turquesa, toparon con los ojos perlados de Daruu, que le miraban fijamente desde el otro extremo de la mesa. Pasaron algunos segundos, hasta que él frunció ligeramente el ceño y volvió a enfrascarse en su cena en completo silencio.
—¿Cómo se está portando mi Daruucín en el equipo, Kōri-kun? —preguntó Kiroe entonces, y El Hielo se volvió hacia la mujer.
—Progresa bien, Amedama-san. Su dominio del chakra es realmente prometedor —respondió, aunque lo positivo del mensaje se veía opacado por la neutralidad de su tono de voz. Era como si simplemente le hubiesen preguntado si hacía sol o estaba lloviendo—. Aunque aún es bastante impulsivo y se deja llevar demasiado por emociones como la ira.
Ayame se encogió en su asiento, rezando a todos los dioses habidos y por haber que Zetsuo no hiciera la misma pregunta. En realidad no sabía muy bien cuál era la opinión de su hermano sobre su progreso, pero su sinceridad podía llegar a ser arrolladora en algunas ocasiones.
Sin embargo, Zetsuo echó la silla hacia atrás con un sonoro chirrido y se levantó. Sin mencionar una sola palabra, el hombre se dirigió hacia los cuartos de baño...
—¿Cómo se está portando mi Daruucín en el equipo, Kōri-kun? —preguntó Kiroe entonces, y El Hielo se volvió hacia la mujer.
—Progresa bien, Amedama-san. Su dominio del chakra es realmente prometedor —respondió, aunque lo positivo del mensaje se veía opacado por la neutralidad de su tono de voz. Era como si simplemente le hubiesen preguntado si hacía sol o estaba lloviendo—. Aunque aún es bastante impulsivo y se deja llevar demasiado por emociones como la ira.
Ayame se encogió en su asiento, rezando a todos los dioses habidos y por haber que Zetsuo no hiciera la misma pregunta. En realidad no sabía muy bien cuál era la opinión de su hermano sobre su progreso, pero su sinceridad podía llegar a ser arrolladora en algunas ocasiones.
Sin embargo, Zetsuo echó la silla hacia atrás con un sonoro chirrido y se levantó. Sin mencionar una sola palabra, el hombre se dirigió hacia los cuartos de baño...