27/09/2017, 19:02
(Última modificación: 27/09/2017, 19:03 por Amedama Daruu.)
Akame asintió varias veces durante su diserción, dándole la razón. Luego, indicó algo que hasta ahora no se le había ocurrido: Amegakure era la que mejor salía parada de todo ese embrollo. Daruu sonrió con orgullo, y ante la broma sobre los kusajin no pudo más que reír. Era una broma, al fin y al cabo.
Pero sucedió algo curioso. Akame estaba a punto de pronunciar el nombre de Datsue, pero recordó la jugarreta que le había hecho y cambió de tema.
Daruu se reincorporó, separándose de la barandilla. Parecía que aquél casual encuentro estaba llegando a su fin.
—Oh, claro. Me presentaré. Espero reunir los requisitos cuando llegue la fecha... He oído que piden un porrón de misiones completadas. Por otra parte, es normal. —Formuló el sello del Carnero con una mano—. Creo que yo sólo he peleado con dos uzujin, los dos del clan Uchiha —dijo, haciendo alusión a Datsue sin nombrarlo—. Y honestamente, no sabría decir quién de los dos es más fuerte.
»Parece que compartís mucho más que los desafortunados acontecimientos del día de hoy, Uchiha Akame —advirtió entonces—. A mí me ha hecho mucho bien reconciliarme contigo y conmigo mismo teniendo esa pelea y esta agradable charla. Deberías hacer lo propio con Datsue-kun.
Sendos chorros de agua salieron desde el mismo puente y rodearon a Daruu en un fino torbellino, cubriéndole de pies a cabeza. Cuando el agua se dispersó en el viento, el Hyuuga ya no estaba allí.
Pero sucedió algo curioso. Akame estaba a punto de pronunciar el nombre de Datsue, pero recordó la jugarreta que le había hecho y cambió de tema.
Daruu se reincorporó, separándose de la barandilla. Parecía que aquél casual encuentro estaba llegando a su fin.
—Oh, claro. Me presentaré. Espero reunir los requisitos cuando llegue la fecha... He oído que piden un porrón de misiones completadas. Por otra parte, es normal. —Formuló el sello del Carnero con una mano—. Creo que yo sólo he peleado con dos uzujin, los dos del clan Uchiha —dijo, haciendo alusión a Datsue sin nombrarlo—. Y honestamente, no sabría decir quién de los dos es más fuerte.
»Parece que compartís mucho más que los desafortunados acontecimientos del día de hoy, Uchiha Akame —advirtió entonces—. A mí me ha hecho mucho bien reconciliarme contigo y conmigo mismo teniendo esa pelea y esta agradable charla. Deberías hacer lo propio con Datsue-kun.
Sendos chorros de agua salieron desde el mismo puente y rodearon a Daruu en un fino torbellino, cubriéndole de pies a cabeza. Cuando el agua se dispersó en el viento, el Hyuuga ya no estaba allí.