29/09/2017, 13:19
Y entonces Daruu tiró con suavidad de ella y rodeó sus hombros con un brazo en un tierno gesto que aceleró el corazón de la muchacha.
—Demonios... Somos unos idiotas —le dijo Daruu—. Deberíamos ser capaces de pelear amistosamente sin ponernos así.
Ella se mordió el labio inferior y apoyó la cabeza en su hombro. A su alrededor, las luces de las calles de Sendoshi iban pasando una a una y, junto a ellas, la multitud que había salido a pasar un buen rato por la noche. Los comercios ya habían cerrado, pero habían tomado su lugar múltiples restaurantes, tabernas y lugares de ocio de diversas índoles.
—Lo siento... fue culpa mía —murmuró, con lágrimas en los ojos—. Yo... me piqué y... y... sólo quería que todo saliera perfecto... Lo siento por la ilusión de las avispas... Ni siquiera sabía que te daban tanto miedo. Y luego en el restaurante... Lo he arruinado todo.
»Sólo espero que papá no sospeche nada de nuestra relación... Pero creo que tu madre lo sabe, Daruu-kun...
—Demonios... Somos unos idiotas —le dijo Daruu—. Deberíamos ser capaces de pelear amistosamente sin ponernos así.
Ella se mordió el labio inferior y apoyó la cabeza en su hombro. A su alrededor, las luces de las calles de Sendoshi iban pasando una a una y, junto a ellas, la multitud que había salido a pasar un buen rato por la noche. Los comercios ya habían cerrado, pero habían tomado su lugar múltiples restaurantes, tabernas y lugares de ocio de diversas índoles.
—Lo siento... fue culpa mía —murmuró, con lágrimas en los ojos—. Yo... me piqué y... y... sólo quería que todo saliera perfecto... Lo siento por la ilusión de las avispas... Ni siquiera sabía que te daban tanto miedo. Y luego en el restaurante... Lo he arruinado todo.
»Sólo espero que papá no sospeche nada de nuestra relación... Pero creo que tu madre lo sabe, Daruu-kun...