30/09/2017, 19:04
Por buenas razones la pecosa había especificado que el asunto a tratar era importante según cómo se lo mire, después de todo, a ella al menos muy poco le interesaba si resultaba todo bien o no en relación al tema, su relación con Akame no debería cambiar en lo más mínimo y eso le era más que suficiente.
De cualquier manera, luego de ordenar, ambos shinobis se dirigieron a una mesa cercana donde prefirió sentarse enfrentada al chico. De esa manera podría mantenerse todo el rato mirándole, aunque no podría abrazarle ni nada similar aunque considerando que iban a comer no iba a hacer mucha falta, ¿verdad?
—Es sobre Datsue —prosiguió alisándose la falda con ambas manos antes de sentarse para evitar que se arrugue o quedarse en evidencia—. El tipo quiere hacer las paces contigo y me pidió que mediara en el asunto —concluyó sumamente seria.
No esperaba que el Uchiha accediera de buenas a primeras, y tampoco iba a esforzarse demasiado en convencerle o podría arruinar el buen ambiente que habían logrado desde… La noche anterior.
—Es un idiota y lo sabes, pero seguimos siendo compañeros, así que... ¿qué dices? —dijo la pecosa mientras se inclinaba hacia adelante para apoyar los brazos cruzados en la mesa y depositar su peso sobre ellos.
De cualquier manera, luego de ordenar, ambos shinobis se dirigieron a una mesa cercana donde prefirió sentarse enfrentada al chico. De esa manera podría mantenerse todo el rato mirándole, aunque no podría abrazarle ni nada similar aunque considerando que iban a comer no iba a hacer mucha falta, ¿verdad?
—Es sobre Datsue —prosiguió alisándose la falda con ambas manos antes de sentarse para evitar que se arrugue o quedarse en evidencia—. El tipo quiere hacer las paces contigo y me pidió que mediara en el asunto —concluyó sumamente seria.
No esperaba que el Uchiha accediera de buenas a primeras, y tampoco iba a esforzarse demasiado en convencerle o podría arruinar el buen ambiente que habían logrado desde… La noche anterior.
—Es un idiota y lo sabes, pero seguimos siendo compañeros, así que... ¿qué dices? —dijo la pecosa mientras se inclinaba hacia adelante para apoyar los brazos cruzados en la mesa y depositar su peso sobre ellos.