1/10/2017, 19:54
El chico la miró de arriba a abajo, y ella, un tanto incómoda; desvió la mirada con un leve rubor en las mejillas. Luego se presentó aunque ella no necesitase aquello, luciendo su buena educación.
Antes de que pudieran conversar algo más allá que una corta y escueta presentación, Uchiha Datsue apareció. Y no venía solo, no; iba acompañado de una chiquilla que cómoda se encontraba en los hombros del shinobi y de una mujer que la kunoichi conocía: era su profesora de Fuuinjutsu cuando estuvo en la academia, y la tenía una gran estima ya que gracias a ella pudo aprender más de lo que pensaba, y es que, ¿qué era un Uzumaki sin Fuuinjutsu?
—Buenos días Datsue-san, Makoto-sensei —saludó con una tímida sonrisa después de escuchar todo el relato del Uchiha de las coletas, no es que fuese conocida por romper sellos, pero reconocía que se le había dado bastante bien; sin embargo aquello parecía más un relato infantil para la niña que como una presentación formal.
—No cambia, ¿eh? ¿Qué tal os va, chicos? ¡Parece que hace una eternidad que no os veo! ¡Cómo crecisteis!
—Bien Makoto-sensei, ahora mismo nos disponíamos a comenzar una misión — alegó la joven claramente emocionada por ser parte de una misión importante como era una catalogada como C.
Sin embargo no pudo seguir contándole su vida pues la pequeña habló, alegando que Akame no era Akame, si no el profesional. Eri no pudo evitar reírse ante el comentario pero sí logró disimularlo hinchando los mofletes y desviando la mirada hacia el suelo. Para quien la mirase sabía que algo ocultaba, pero logró disimularlo lo suficiente para que al menos Akame no se ofendiese, o no se diese cuenta ya que estaba contestándole a la niña.
Tosió un par de veces e intentó serenarse, volviendo a su sonrisa casi eterna, sin embargo sus mejillas seguían un poco teñidas de color rojizo.
—¿Y qué os trae por aquí, Makoto-sensei? —preguntó la kunoichi.
Antes de que pudieran conversar algo más allá que una corta y escueta presentación, Uchiha Datsue apareció. Y no venía solo, no; iba acompañado de una chiquilla que cómoda se encontraba en los hombros del shinobi y de una mujer que la kunoichi conocía: era su profesora de Fuuinjutsu cuando estuvo en la academia, y la tenía una gran estima ya que gracias a ella pudo aprender más de lo que pensaba, y es que, ¿qué era un Uzumaki sin Fuuinjutsu?
—Buenos días Datsue-san, Makoto-sensei —saludó con una tímida sonrisa después de escuchar todo el relato del Uchiha de las coletas, no es que fuese conocida por romper sellos, pero reconocía que se le había dado bastante bien; sin embargo aquello parecía más un relato infantil para la niña que como una presentación formal.
—No cambia, ¿eh? ¿Qué tal os va, chicos? ¡Parece que hace una eternidad que no os veo! ¡Cómo crecisteis!
—Bien Makoto-sensei, ahora mismo nos disponíamos a comenzar una misión — alegó la joven claramente emocionada por ser parte de una misión importante como era una catalogada como C.
Sin embargo no pudo seguir contándole su vida pues la pequeña habló, alegando que Akame no era Akame, si no el profesional. Eri no pudo evitar reírse ante el comentario pero sí logró disimularlo hinchando los mofletes y desviando la mirada hacia el suelo. Para quien la mirase sabía que algo ocultaba, pero logró disimularlo lo suficiente para que al menos Akame no se ofendiese, o no se diese cuenta ya que estaba contestándole a la niña.
Tosió un par de veces e intentó serenarse, volviendo a su sonrisa casi eterna, sin embargo sus mejillas seguían un poco teñidas de color rojizo.
—¿Y qué os trae por aquí, Makoto-sensei? —preguntó la kunoichi.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)