2/10/2017, 16:45
(Última modificación: 2/10/2017, 16:45 por Uchiha Akame.)
El Uchiha agradeció de todo corazón que Makoto y su hija siguieran su camino. No sólo porque los niños pequeños no le gustasen lo más mínimo, o porque —aunque le costara admitirlo— guardaba cierto rencor a la sensei por haberle puesto no tan buenas notas; sino porque estaban a punto de comenzar su primera misión de verdad. De rango C. Y claro, en aquella mañana de Otoño el Uchiha no quería distracciones ningunas, y menos todavía que les hicieran perder el tiempo.
Cuando por fin la profesora desapareció tras una esquina, Akame carraspeó sonoramente para llamar la atención de sus compañeros.
—Bueno, pues aquí estamos. Me pasé por el Edificio del Uzukage a recoger el pergamino oficial antes de venir —dijo, levantando el rollo de papel—. Creo que ya os conocéis —añadió, mirando a Eri y Datsue.
Luego Akame desplegó el pergamino y mostró el contenido a sus compañeros.
—Ichiban está a medio día de camino de aquí, así que tendremos que pasar la noche fuera. Además, no sabemos cuánto tiempo nos llevará cumplir la misión —afirmó el Uchiha, dando por hecho que el fracaso no representaba una opción real—. ¿Supongo que sigues con la costumbre de sellarte la mochila en tu propio cuerpo, Datsue-kun?
El gennin alzó una ceja con gesto claramente molesto. Cabía la posibilidad de que a su compañero simplemente se le hubiese olvidado, y eso significaría tener que esperarle una buena media hora más.
Cuando por fin la profesora desapareció tras una esquina, Akame carraspeó sonoramente para llamar la atención de sus compañeros.
—Bueno, pues aquí estamos. Me pasé por el Edificio del Uzukage a recoger el pergamino oficial antes de venir —dijo, levantando el rollo de papel—. Creo que ya os conocéis —añadió, mirando a Eri y Datsue.
Luego Akame desplegó el pergamino y mostró el contenido a sus compañeros.
—Ichiban está a medio día de camino de aquí, así que tendremos que pasar la noche fuera. Además, no sabemos cuánto tiempo nos llevará cumplir la misión —afirmó el Uchiha, dando por hecho que el fracaso no representaba una opción real—. ¿Supongo que sigues con la costumbre de sellarte la mochila en tu propio cuerpo, Datsue-kun?
El gennin alzó una ceja con gesto claramente molesto. Cabía la posibilidad de que a su compañero simplemente se le hubiese olvidado, y eso significaría tener que esperarle una buena media hora más.