2/10/2017, 16:50
«No puede ser... Por todos los dioses... ¿¡No puedo encontrar paz ni siquiera aquí!?»
En efecto, la figura ágil y carismática de Datsue acababa de hacer acto de presencia. Akame le dirigió una mirada digna del peor enemigo, como si hubiese visto un fantasma, y acto seguido se dio media vuelta para seguir con sus estiramientos, maldiciendo entre dientes. Precisamente había ido a aquel campo de entrenamiento porque, al estar en la propia Academia, no era frecuentado más que por estudiantes. «Parece que me equivoqué...»
Escuchó los pasos de su compañero gennin acercándose y se volteó de inmediato, adoptando una postura visiblemente tensa. Datsue le felicitó por su victoria en el Torneo de los Dojos y le extendió una mano. Akame miró aquella extremidad como si estuviese envuelta en vísceras de cerdo, vómito y desperdicios. Arrugó la nariz con asco.
—Gracias. Alguien tenía que hacerlo —respondió, seco, y luego añadió—. Al contrario que tú.
El Uchiha volvió a darse la vuelta, ignorando deliberadamente a su compañero, y rebuscó en su mochila. Sacó el portaobjetos y se lo ató en torno a la cintura.
En efecto, la figura ágil y carismática de Datsue acababa de hacer acto de presencia. Akame le dirigió una mirada digna del peor enemigo, como si hubiese visto un fantasma, y acto seguido se dio media vuelta para seguir con sus estiramientos, maldiciendo entre dientes. Precisamente había ido a aquel campo de entrenamiento porque, al estar en la propia Academia, no era frecuentado más que por estudiantes. «Parece que me equivoqué...»
Escuchó los pasos de su compañero gennin acercándose y se volteó de inmediato, adoptando una postura visiblemente tensa. Datsue le felicitó por su victoria en el Torneo de los Dojos y le extendió una mano. Akame miró aquella extremidad como si estuviese envuelta en vísceras de cerdo, vómito y desperdicios. Arrugó la nariz con asco.
—Gracias. Alguien tenía que hacerlo —respondió, seco, y luego añadió—. Al contrario que tú.
El Uchiha volvió a darse la vuelta, ignorando deliberadamente a su compañero, y rebuscó en su mochila. Sacó el portaobjetos y se lo ató en torno a la cintura.