6/10/2017, 16:18
Ya cuando el sol estaba por ponerse, los tres shinobis de la Espiral llegaron de su cansado viaje hasta Ichiban. No era nada diferente a lo que ella estaba acostumbrada a ver, era un pueblo pequeño con sus casas y sus establecimientos, aunque a Eri en aquel momento solo le interesaba uno: un buen hostal para poder comer y dormir hasta el día siguiente.
El lugar era exactamente como se lo habría imaginado, bastante acogedora y tranquila. No gozarían de aquel bullicio de las grandes urbes, pero la joven pelirroja agradecía aquella tranquilidad.
—Tendremos que alojarnos aquí. Paga el cliente, según me han dicho en la Aldea.
—¿Paga el… cliente?
Ella no dijo nada, solo se limitó a seguir a Datsue que había recobrado la energía como si se hubiera tomado algún tipo de tónico inyectado en el aire o algo; se sentaron en una mesa cuando...
—¡¡¡Camareroooo!!! ¡Es una urgencia, por favor! ¡Tres ninjas hambrientos necesitan de su auxilio!
Al decir aquello el estómago de la chica rugió.
—¡Datsue-san! ¡No hace falta que grites! —le regañó ella llevándose una mano a la cabeza, aquel viaje había sido agotador y le dolía la cabeza —. Con llamar en tono normal ya valía.
El lugar era exactamente como se lo habría imaginado, bastante acogedora y tranquila. No gozarían de aquel bullicio de las grandes urbes, pero la joven pelirroja agradecía aquella tranquilidad.
—Tendremos que alojarnos aquí. Paga el cliente, según me han dicho en la Aldea.
—¿Paga el… cliente?
Ella no dijo nada, solo se limitó a seguir a Datsue que había recobrado la energía como si se hubiera tomado algún tipo de tónico inyectado en el aire o algo; se sentaron en una mesa cuando...
—¡¡¡Camareroooo!!! ¡Es una urgencia, por favor! ¡Tres ninjas hambrientos necesitan de su auxilio!
Al decir aquello el estómago de la chica rugió.
—¡Datsue-san! ¡No hace falta que grites! —le regañó ella llevándose una mano a la cabeza, aquel viaje había sido agotador y le dolía la cabeza —. Con llamar en tono normal ya valía.