9/10/2017, 19:32
Una voz extraña interrumpió el silencioso diálogo de los gennin, antaño compañeros de aventuras y ahora enemigos acérrimos. El tono severo y profundo del recién llegado —un jōnin, a juzgar por su apariencia curtida—, sacó a Akame de su ensimismamiento y le forzó a apartar la mirada del techo. El Uchiha pestañeó varias veces, como si acabara de volver a la realidad, para fijar sus ojos en aquel shinobi.
«Eso que lleva en la espalda... ¿Es un...?»
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el extraño. Sin delicadeza ni paños calientes les calificó rápidamente de traidores, y tomando una silla se ubicó entre ambos. A Akame no le gustaba la actitud del extraño, pero intuía que debía tener suficientes cicatrices —y galones— para hablarles como le viniera en gana. El mayor de los Uchiha se limitó a fruncir el ceño; probablemente la única parte del cuerpo que no le dolía a horrores. «¿Traidores? ¡Y una mierda!»
Incapaz de contenerse, masculló.
—No soy un traidor.
Akame se revolvió en la cama, incómodo. El aura que irradiaba aquel tipo era difícil de clasificar, y eso le ponía extremadamente nervioso.
—Soy Uchiha Akame, y siempre he sido leal a Uzu.
«Eso que lleva en la espalda... ¿Es un...?»
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el extraño. Sin delicadeza ni paños calientes les calificó rápidamente de traidores, y tomando una silla se ubicó entre ambos. A Akame no le gustaba la actitud del extraño, pero intuía que debía tener suficientes cicatrices —y galones— para hablarles como le viniera en gana. El mayor de los Uchiha se limitó a fruncir el ceño; probablemente la única parte del cuerpo que no le dolía a horrores. «¿Traidores? ¡Y una mierda!»
Incapaz de contenerse, masculló.
—No soy un traidor.
Akame se revolvió en la cama, incómodo. El aura que irradiaba aquel tipo era difícil de clasificar, y eso le ponía extremadamente nervioso.
—Soy Uchiha Akame, y siempre he sido leal a Uzu.