16/10/2017, 21:54
—¿Cuándo seremos libres?
—Cuando seáis camaradas —respondió, escueto, el shinobi.
Datsue creyó que aquello era como decir todo y nada al mismo tiempo. ¿Es que pensaba dejarles así de manera indefinida? ¿Tendría que soportar estar pegado a Akame por… días? ¿Semanas? Se le cayó el alma a los pies. No, de ningún modo podía permitir eso.
—Raito-dono, con todos mis respetos… Este hombre de aquí —dijo, señalando a Akame con la mano libre—, se acaba de echar novia. Apartarla así de ella en estos momentos sería de una crueldad… ¡Podríamos arruinar su romance! —exclamó, con los ojos húmedos por la pena—. ¿No habría alguna manera de hacer esto sin… las esposas? ¡Seguro que hay alguna!
Por primera vez desde que lo habían visto, Raito sonrió. Era una sonrisa extraña, sin enseñar los dientes y un poco forzada, como si no estuviese acostumbrado a emplear aquellos músculos y le costase hacerlo. Puso una mano sobre el hombro de Datsue.
—Nunca me gustaron los parlanchines. —Sin mediar más palabra, se alejó de ellos a grandes zancadas, en dirección a Yume. A medio camino, sin embargo, pareció acordarse de algo, y dio media vuelta—. Ah, y seguiréis trabajando para la Villa como hasta ahora. He dejado encargado a los secretarios que os den misiones en los que vayáis juntos. Os quitarán las esposas cuando las solicitéis, y os las pondrán de nuevo al volver. Nada de trucos, o… —Raito dejó la frase inconclusa, y a Datsue aquel silencio le resultó más amenazador que cualquier cosa que hubiese podido decir.
—Cuando seáis camaradas —respondió, escueto, el shinobi.
Datsue creyó que aquello era como decir todo y nada al mismo tiempo. ¿Es que pensaba dejarles así de manera indefinida? ¿Tendría que soportar estar pegado a Akame por… días? ¿Semanas? Se le cayó el alma a los pies. No, de ningún modo podía permitir eso.
—Raito-dono, con todos mis respetos… Este hombre de aquí —dijo, señalando a Akame con la mano libre—, se acaba de echar novia. Apartarla así de ella en estos momentos sería de una crueldad… ¡Podríamos arruinar su romance! —exclamó, con los ojos húmedos por la pena—. ¿No habría alguna manera de hacer esto sin… las esposas? ¡Seguro que hay alguna!
Por primera vez desde que lo habían visto, Raito sonrió. Era una sonrisa extraña, sin enseñar los dientes y un poco forzada, como si no estuviese acostumbrado a emplear aquellos músculos y le costase hacerlo. Puso una mano sobre el hombro de Datsue.
—Nunca me gustaron los parlanchines. —Sin mediar más palabra, se alejó de ellos a grandes zancadas, en dirección a Yume. A medio camino, sin embargo, pareció acordarse de algo, y dio media vuelta—. Ah, y seguiréis trabajando para la Villa como hasta ahora. He dejado encargado a los secretarios que os den misiones en los que vayáis juntos. Os quitarán las esposas cuando las solicitéis, y os las pondrán de nuevo al volver. Nada de trucos, o… —Raito dejó la frase inconclusa, y a Datsue aquel silencio le resultó más amenazador que cualquier cosa que hubiese podido decir.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado