17/10/2017, 19:28
Algo brilló en los ojos de Datsue al cambiar súbitamente la expresión de su rostro cuando aceptó, sin reservas, las exigencias de Akame. Éste sospechó al principio, pero pronto se dio cuenta de que tenía demasiados problemas y preocupaciones ya como para también andarse creando otros. Conforme, tiró de su compañero para virar hacia la izquierda y no volvió a mencionar el tema.
Pero pronto el gennin con sueños de reportero del corazón hizo otra sugerencia. «¿Por los tejados? ¿Encadenados? ¡Está loco!» No sólo era probable que tardasen el doble —o el triple— de tiempo en llegar, sino que además se jugaban un mal tropiezo, una caída y tal vez un hueso roto.
—Nada de tejados —cortó Akame, y no pudo evitar soltar una risilla malévola cuando el otro aludió a su reputación—. Ah, sí, Datsue el Intrépido —añadió con especial sorna la última palabra—, tranquilo, héroe de guerra, tengo la solución.
Ni corto ni perezoso Akame se subió a cabrito a la espalda de Datsue y realizó unos cuantos sellos con su mano libre. Con un característico "puf", el mayor de los Uchiha se transformó en una mochila militar de tela marrón, grande y de apariencia muy pesada.
«¡Arre, arre Babieca!», quiso gritar.
Pero pronto el gennin con sueños de reportero del corazón hizo otra sugerencia. «¿Por los tejados? ¿Encadenados? ¡Está loco!» No sólo era probable que tardasen el doble —o el triple— de tiempo en llegar, sino que además se jugaban un mal tropiezo, una caída y tal vez un hueso roto.
—Nada de tejados —cortó Akame, y no pudo evitar soltar una risilla malévola cuando el otro aludió a su reputación—. Ah, sí, Datsue el Intrépido —añadió con especial sorna la última palabra—, tranquilo, héroe de guerra, tengo la solución.
Ni corto ni perezoso Akame se subió a cabrito a la espalda de Datsue y realizó unos cuantos sellos con su mano libre. Con un característico "puf", el mayor de los Uchiha se transformó en una mochila militar de tela marrón, grande y de apariencia muy pesada.
«¡Arre, arre Babieca!», quiso gritar.