18/10/2017, 02:35
Cerró los ojos con fuerza y se taponó los oídos. ¡Sería malnacida! ¿¡Cómo se le ocurría despertarle a gritos!? ¡Con el mal humor que él tenía al levantarse! Aquello no era ético, ni moral, ni muchísimo menos ético. «¿He repetido ético dos veces?»
Se revolvió en la cama, dándole la espalda, y se echó la almohada sobre la cabeza para que amortiguase los chillidos de la joven. Con lo a gustito que allí se estaba… ¿Por qué habría de levantarse tan pronto? Fuera no haría más que frío, y no era como si el cliente se fuese a ir a ningún sitio si no iban en un par de horas. Tampoco creía que la casa se fuese a mover, por muy encantada que estuviese. No, aprovecharía para dormir un poquito más…
—¡Datsue! ¡Como no te levantes no vuelvo a invitarte a comer en la vida!
—¡P-pero Eri! —Se irguió de torso para arriba como una catapulta a la que se le hubiese soltado el gancho que la mantenía anclada—. ¡N-no puedes decir esas cosas, mujer! —Datsue tenía legañas en los ojos y apenas era capaz de entreabrirlos—. ¡Se han rompido amistades por mucho menos! —«Espera… ¿He dicho rompido y no roto? Me cago en la puta… ¡Si es que no pueden despertar a uno a estas horas, joder! ¡Esto es inhumano!»
Minutos más tarde, ambos shinobis bajaron por las escaleras. Datsue se había hecho un simple moño para recoger el pelo, y venía con la cara de un viejo perro de pelea. Una de esas caras que guardaban a duras penas su irritación. Una de esas caras que parecían fuesen a arrancarte la mano de un bocado como osases acercarte.
Se dejó caer sobre una silla al lado de Akame y pidió su desayuno. Ni siquiera trató de convencer al tabernero para que no le diese un vaso de cerveza.
No, a Uchiha Datsue no le sentaba nada bien madrugar.
Se revolvió en la cama, dándole la espalda, y se echó la almohada sobre la cabeza para que amortiguase los chillidos de la joven. Con lo a gustito que allí se estaba… ¿Por qué habría de levantarse tan pronto? Fuera no haría más que frío, y no era como si el cliente se fuese a ir a ningún sitio si no iban en un par de horas. Tampoco creía que la casa se fuese a mover, por muy encantada que estuviese. No, aprovecharía para dormir un poquito más…
—¡Datsue! ¡Como no te levantes no vuelvo a invitarte a comer en la vida!
—¡P-pero Eri! —Se irguió de torso para arriba como una catapulta a la que se le hubiese soltado el gancho que la mantenía anclada—. ¡N-no puedes decir esas cosas, mujer! —Datsue tenía legañas en los ojos y apenas era capaz de entreabrirlos—. ¡Se han rompido amistades por mucho menos! —«Espera… ¿He dicho rompido y no roto? Me cago en la puta… ¡Si es que no pueden despertar a uno a estas horas, joder! ¡Esto es inhumano!»
Minutos más tarde, ambos shinobis bajaron por las escaleras. Datsue se había hecho un simple moño para recoger el pelo, y venía con la cara de un viejo perro de pelea. Una de esas caras que guardaban a duras penas su irritación. Una de esas caras que parecían fuesen a arrancarte la mano de un bocado como osases acercarte.
Se dejó caer sobre una silla al lado de Akame y pidió su desayuno. Ni siquiera trató de convencer al tabernero para que no le diese un vaso de cerveza.
No, a Uchiha Datsue no le sentaba nada bien madrugar.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado