31/10/2017, 23:00
Ante la negación de haber vivido o experimentado algún acto sobrenatural en aquella casa, Eri simplemente se sintió no muy conforme con lo que acababa de escuchar, pero calló, no con mucho ánimo de seguir interrogando al Señor Takeda pues no parecía que les fuera a contar más allá de lo que les había dicho ya.
Miró a sus compañeros y se encontró con los ojos oscuros de Akame, luego giró hasta Datsue, y se levantó a su par, segundos después que Akame. Datsue, por su parte; sí pareció querer añadir algo más. Fue un acto que no le gustó en absoluto pues trataba con un cliente, sin embargo no dijo nada, se mantuvo firme y, por dentro, muy, muy dentro, quiso sonreír por lo que había hecho aquel Uchiha.
—Pero no se inquiete, ha contratado a los mejores. Daremos con los culpables —fue lo último que dijo, a modo de despedida.
—Sí, Señor Takeda —inmediatamente después habló ella —. Ya nos vamos a la residencia de Daidoji-san —después hizo una leve reverencia, dispuesta a salir ya de aquella casa.
Miró a sus compañeros y se encontró con los ojos oscuros de Akame, luego giró hasta Datsue, y se levantó a su par, segundos después que Akame. Datsue, por su parte; sí pareció querer añadir algo más. Fue un acto que no le gustó en absoluto pues trataba con un cliente, sin embargo no dijo nada, se mantuvo firme y, por dentro, muy, muy dentro, quiso sonreír por lo que había hecho aquel Uchiha.
—Pero no se inquiete, ha contratado a los mejores. Daremos con los culpables —fue lo último que dijo, a modo de despedida.
—Sí, Señor Takeda —inmediatamente después habló ella —. Ya nos vamos a la residencia de Daidoji-san —después hizo una leve reverencia, dispuesta a salir ya de aquella casa.