7/11/2017, 23:25
Tanto rollo con que un Uchiha no olvida ni perdona y esas mierdas, pues un Inuzuka no descansa tranquilo hasta que no se ha meado en tu felpudo tras haberle faltado al respeto y al honor. Y eso es exactamente lo que había hecho Uchiha Datsue, y esa es exactamente la que había sido mi respuesta, mearme en su felpudo, con ayuda de Stuffy, por supuesto. El cabrón no sabía ni de que iba la vaina pero le faltó tiempo para levantar la pata.
Todo esto cuando leí la nota de que la fiesta no iba a ser ahí, tampoco estoy tan incivilizado. Aún así, me supo a poco mearme en su felpudo y a medida que avanzaba hacia la mansión aceleraba el paso, hasta que empecé a correr, con un perro tuerto con la lengua fuera de la boca colgandole por un lado de la boca corriendo a mi lado felizmente.
Finalmente, llegué a la entrada derrapando hábilmente para frenar justo al lado de Eri, a quien había olido metros antes, muchos metros antes. Porque los Inuzuka vamos de ese palo.
— ¡Tú! ¿¡Qué tal la visita al ginecologo!?
Dije señalando tensamente a Datsue con el dedo indice, llevaba días esperando ese momento para poder soltarle esa coña. Y la paciencia no era mi fuerte, sobretodo cuando era una venganza verbal por haberme dejado colgado inventandose una cita al médico, pero si es un jinchuriki, hombre, eso no hay quien se lo crea. ¡Seguro que había quedado con una moza y no se acordaba y me pego toda la plantada! Lo que más me jode es que me mintió a la cara, el muy cerdo. Así que ahí tenía mi respuesta.
Stuffy bajó el ritmo lentamente hasta ir andando, entonces se acercó a Eri y se puso a dos patas, apoyando las delanteras en sus piernas, aunque casi le llegaba hasta la cintura ya. Le ladró amistosamente con la lengua fuera, esperando caricias por parte de la pelirroja.
Todo esto cuando leí la nota de que la fiesta no iba a ser ahí, tampoco estoy tan incivilizado. Aún así, me supo a poco mearme en su felpudo y a medida que avanzaba hacia la mansión aceleraba el paso, hasta que empecé a correr, con un perro tuerto con la lengua fuera de la boca colgandole por un lado de la boca corriendo a mi lado felizmente.
Finalmente, llegué a la entrada derrapando hábilmente para frenar justo al lado de Eri, a quien había olido metros antes, muchos metros antes. Porque los Inuzuka vamos de ese palo.
— ¡Tú! ¿¡Qué tal la visita al ginecologo!?
Dije señalando tensamente a Datsue con el dedo indice, llevaba días esperando ese momento para poder soltarle esa coña. Y la paciencia no era mi fuerte, sobretodo cuando era una venganza verbal por haberme dejado colgado inventandose una cita al médico, pero si es un jinchuriki, hombre, eso no hay quien se lo crea. ¡Seguro que había quedado con una moza y no se acordaba y me pego toda la plantada! Lo que más me jode es que me mintió a la cara, el muy cerdo. Así que ahí tenía mi respuesta.
Stuffy bajó el ritmo lentamente hasta ir andando, entonces se acercó a Eri y se puso a dos patas, apoyando las delanteras en sus piernas, aunque casi le llegaba hasta la cintura ya. Le ladró amistosamente con la lengua fuera, esperando caricias por parte de la pelirroja.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)