11/11/2017, 17:54
Tres… mil… ryōs. Cuando su cerebro logró procesar aquella información, tuvo que llevarse los dedos a la nariz para taponar una inminente hemorragia nasal, como aquella vez en la que había visto a Aiko desnuda por primera vez. No era para menos. Estaban hablando de la recompensa equivalente a una misión de rango A. Hacía mucho tiempo que no veía tanta cantidad de dinero junta. «Podría empezar a ahorrar en serio para ese barquito… Joder, tenemos que pillarla»
No obstante, cuando Aiko le planteó en voz baja tomar el encargo, el Uchiha se hizo el dubitativo. Como si realmente le costase decidir.
—Pues no sé, tía —suspiró, como si estuviese terriblemente decepcionado por no ir a las Pirámides de Sanbei. Entonces se inclinó hacia ella, juntando sus rostros a apenas escasos centímetros de distancia—. Supongo que es lo mejor —murmuró—. Además, si le causamos una buena impresión a Benimaru, podría ser el tipo idóneo que nos concertase cita con el Daimyō… No creo que nos dejasen pasar a verle solo por nuestras caras bonitas —bromeó, esbozando una breve sonrisa.
Entonces recobró la postura y se llevó una cucharada de helado a los labios, saboreándola con placer. Tanto el cuscús como el solomillo de camello habían estado riquísimos, pero aquel postre… Oh, aquel postre estaba a otro nivel.
—Bueno… ¿Y cuándo hay que partir? —preguntó, esta vez en voz alta, a nadie en concreto. Ojalá no fuese hasta mañana. El Shukaku reducía sus horas de sueño hasta casi la mitad. Si Aiko dormía ocho horas, él en el mismo tiempo solo lo hacía cuatro, de tantas veces que se despertaba por su culpa. Si a eso se le añadía el viaje y sus incomodidades... Obtenías a un Datsue reventado.
No obstante, cuando Aiko le planteó en voz baja tomar el encargo, el Uchiha se hizo el dubitativo. Como si realmente le costase decidir.
—Pues no sé, tía —suspiró, como si estuviese terriblemente decepcionado por no ir a las Pirámides de Sanbei. Entonces se inclinó hacia ella, juntando sus rostros a apenas escasos centímetros de distancia—. Supongo que es lo mejor —murmuró—. Además, si le causamos una buena impresión a Benimaru, podría ser el tipo idóneo que nos concertase cita con el Daimyō… No creo que nos dejasen pasar a verle solo por nuestras caras bonitas —bromeó, esbozando una breve sonrisa.
Entonces recobró la postura y se llevó una cucharada de helado a los labios, saboreándola con placer. Tanto el cuscús como el solomillo de camello habían estado riquísimos, pero aquel postre… Oh, aquel postre estaba a otro nivel.
—Bueno… ¿Y cuándo hay que partir? —preguntó, esta vez en voz alta, a nadie en concreto. Ojalá no fuese hasta mañana. El Shukaku reducía sus horas de sueño hasta casi la mitad. Si Aiko dormía ocho horas, él en el mismo tiempo solo lo hacía cuatro, de tantas veces que se despertaba por su culpa. Si a eso se le añadía el viaje y sus incomodidades... Obtenías a un Datsue reventado.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado