11/11/2017, 18:58
Ante la pregunta de Datsue, Daidoji le quitó importancia con un ademán de su mano diestra.
—La gente de los pueblos como este necesita un chivo expiatorio cuando las cosas se tuercen. Ese hombre solitario es la persona más anciana de Ichiban. No tiene familiares ni amigos conocidos... —dijo—. Alguien empezó a acusarle de hechicería y de ser el responsable de los extraños sucesos de la mansión del señor Takeda, pero son sólo habladurías. Ese pobre desgraciado no podría embrujar ni a una mosca.
Akame frunció el ceño; después de lo que acababa de contarles el alguacil, el Uchiha no descartaría ninguna hipótesis con tanta facilidad. Sobretodo tras reconocer las señas de identidad de aquel supuesto "dios" que se les aparecía en sueños a los inquilinos —era rematadamente parecido a la imagen de Susanoo que él y Datsue habían contemplado en sus visiones, en Isla Monotonía—. A juzgar por su semblante asustado, su compañero también había hecho esas mismas conexiones.
—Hablaremos con el anciano, Daidoji-dono. Para asegurarnos de que esté bien —mintió Akame.
—La gente de los pueblos como este necesita un chivo expiatorio cuando las cosas se tuercen. Ese hombre solitario es la persona más anciana de Ichiban. No tiene familiares ni amigos conocidos... —dijo—. Alguien empezó a acusarle de hechicería y de ser el responsable de los extraños sucesos de la mansión del señor Takeda, pero son sólo habladurías. Ese pobre desgraciado no podría embrujar ni a una mosca.
Akame frunció el ceño; después de lo que acababa de contarles el alguacil, el Uchiha no descartaría ninguna hipótesis con tanta facilidad. Sobretodo tras reconocer las señas de identidad de aquel supuesto "dios" que se les aparecía en sueños a los inquilinos —era rematadamente parecido a la imagen de Susanoo que él y Datsue habían contemplado en sus visiones, en Isla Monotonía—. A juzgar por su semblante asustado, su compañero también había hecho esas mismas conexiones.
—Hablaremos con el anciano, Daidoji-dono. Para asegurarnos de que esté bien —mintió Akame.