24/11/2017, 16:17
La joven se despidió con una ligera inclinación de cabeza y salió detrás de Akame por la puerta de la casa del alguacil. Una vez fuera, el Uchiha líder señaló hacia un lugar donde habían unas cuantas casas y lo que parecía haber sido una construcción que ahora se encontraba medio derruida. Eri se encogió de hombros, comenzaba a dejarle de gustar aquel pueblo.
Cuando llegaron cerca del lugar Akame volvió a parar, parecía estar meditando sobre lo ocurrido allí, y ella solo alcanzó a pensar que había sido el fuego lo que había acabado con aquel lugar ahora en ruinas. Al lado del sendero encontraron una pequeña casa de piedra.
—Debe ser esta —dijo Akame—. ¿Cuál es el plan?
—Pues... —pero no le dio tiempo a más, ya que Datsue comenzó a explicar su tan elaborado y buen plan. Ella ya había escuchado sobre ninja bueno, ninja malo, pero nunca lo había llevado a la acción, así que se cruzó de brazos mientras lo explicaba.
—... Y si vemos que por las buenas no resulta, el ninja malo entra en acción y suelta un par de amenazas. Eri podría hacerlo bien en el papel.
—¿Disculpa? —preguntó la joven arqueando una ceja ante lo escuchado, ¿cómo que ella lo podría hacer bien? —. A lo mejor le sale mejor a Akame —soltó ella mientras le señalaba casualmente con el dedo pulgar —. Intimida más que yo —explicó —. No te ofendas, Akame-san.
Cuando llegaron cerca del lugar Akame volvió a parar, parecía estar meditando sobre lo ocurrido allí, y ella solo alcanzó a pensar que había sido el fuego lo que había acabado con aquel lugar ahora en ruinas. Al lado del sendero encontraron una pequeña casa de piedra.
—Debe ser esta —dijo Akame—. ¿Cuál es el plan?
—Pues... —pero no le dio tiempo a más, ya que Datsue comenzó a explicar su tan elaborado y buen plan. Ella ya había escuchado sobre ninja bueno, ninja malo, pero nunca lo había llevado a la acción, así que se cruzó de brazos mientras lo explicaba.
—... Y si vemos que por las buenas no resulta, el ninja malo entra en acción y suelta un par de amenazas. Eri podría hacerlo bien en el papel.
—¿Disculpa? —preguntó la joven arqueando una ceja ante lo escuchado, ¿cómo que ella lo podría hacer bien? —. A lo mejor le sale mejor a Akame —soltó ella mientras le señalaba casualmente con el dedo pulgar —. Intimida más que yo —explicó —. No te ofendas, Akame-san.