27/11/2017, 15:38
Estaban sucediendo varias cosas que, pese a no inquietarle, sí le intrigaban. Eran Jonaro y Hanzō, esos hombres que parecían curtidos en más de una batalla y que hablaban en voz baja, como si tuviesen miedo a que les oyesen. Se trataba, también, de Banadoru, que había pasado de la ilusión de un niño al abrir un regalo a, justo cuando llegaron a su objetivo, un aparente nerviosismo. No paraba de ajustarse el pañuelo, y de lanzar miradas fugaces al delegado del Daimyō.
«Quizá sean imaginaciones mías», pensó, mientras terminaba de comerse el estofado. Comía de pie, porque se había pasado el día sentado sobre el duro lomo del camello y le dolía el culo. Curioso, seguía lanzando miradas a Banadoru, tratando de analizar su comportamiento, y de vez cuando torcía la cabeza hacia la hoguera del jefe de seguridad.
Mientras su estómago se llenaba, el cansancio empezaba a hacer mella en él, y sentía como el sueño ya tocaba a sus puertas. Unas puertas que, por el momento, se negaba abrir. Aiko le pidió hablar con él un momento a solas, y tras sentarse, le pidió al Uchiha que hiciese lo mismo con un gesto de mano, cosa que hizo, pegándose bien a ella para mantener el calor. O eso era lo que diría si le preguntaban… y Datsue era bien conocido por decir siempre la verdad.
Aiko fue directa al grano, argumentando que con aquellas fogatas eran un blanco fácil y que deberían permanecer en guardia. El Uchiha opinaba lo mismo, pese a que no le apetecía nada en absoluto perder más horas de sueño. Sin embargo, tenía que pensar en la jugosa recompensa que le esperaba si lo hacían bien.
—Estoy de acuerdo —respondió finalmente—. Duermo yo primero, ¿entonces? —Le parecía una idea estupenda. Dudaba que lograse mantenerse despierto con todo el cansancio acumulado que llevaba encima—. Despiértame con suavidad, porfa —pidió—, que últimamente tengo pesadillas y despierto de forma brusca.
Se arrepintió nada más decirlo. No el hecho de revelarle que sufría de pesadillas, sino haber cedido en ser él quien se acostase primero. «¿Una idea estupenda? ¡¿Una idea estupenda?! Joder, ¡una idea de mierda, eso es lo que es! Tenía que haberlo hecho al revés, así podría aprovechar mientras dormía para cotillear en esa bota suya». Estaba a punto de tratar de reparar su error cuando la kunoichi le sorprendió con una nueva pregunta.
—Y por cierto... entonces... ¿tienes o no tienes una relación con esa otra chica?
No pudo evitar sonreírse, aunque trató de disimularlo. Si hacía aquella pregunta, era porque irremediablemente estaba interesada en él. ¿Eso le alegraba? Por supuesto. Más de lo que querría reconocer.
—No es que me importe compartir a un chico, pero... no todo el mundo lo ve de esa manera...
Se sonrojó al instante. ¿Compartir chico? Aquello ya no era una indirecta, ¡sino una señora directa!
—C-claro que no —balbuceó Datsue. Ni estaba con esa chica, ni había estado. La única duda que podría tener era con Noemi, pero pese a la noche de amor desenfrenado que habían compartido, las cosas habían terminado mal. Muy mal. El Uchiha había marchado con la intención de reconquistarla, pero ahora que se encontraba a kilómetros de distancia y con Aiko al lado…—. No tengo ninguna relación ahora mismo con nadie —agregó, para dejarlo claro.
¿Qué debía hacer ahora? Aiko se lo estaba dejando en bandeja, pero le había pillado en frío y con el pie cambiado… ¿Debía besarla? ¿Debía lanzar primero alguna frase ocurrente en su lugar?
—Entonces… —Apartó los mechones sueltos ilusorios de ella con suavidad, pasándolas tras su oreja—. Esto significa que te gusto, ¿verdad? —preguntó, sin poder evitar un ligero temblor en el tono de su voz. Por mucho que ya la hubiese conquistado una vez, necesitaba oír su respuesta. Al final, eso sí, ni había soltado frase ocurrente ni la había besado, pero ya llegaría el momento. Con suerte, muy en breves…
«Quizá sean imaginaciones mías», pensó, mientras terminaba de comerse el estofado. Comía de pie, porque se había pasado el día sentado sobre el duro lomo del camello y le dolía el culo. Curioso, seguía lanzando miradas a Banadoru, tratando de analizar su comportamiento, y de vez cuando torcía la cabeza hacia la hoguera del jefe de seguridad.
Mientras su estómago se llenaba, el cansancio empezaba a hacer mella en él, y sentía como el sueño ya tocaba a sus puertas. Unas puertas que, por el momento, se negaba abrir. Aiko le pidió hablar con él un momento a solas, y tras sentarse, le pidió al Uchiha que hiciese lo mismo con un gesto de mano, cosa que hizo, pegándose bien a ella para mantener el calor. O eso era lo que diría si le preguntaban… y Datsue era bien conocido por decir siempre la verdad.
Aiko fue directa al grano, argumentando que con aquellas fogatas eran un blanco fácil y que deberían permanecer en guardia. El Uchiha opinaba lo mismo, pese a que no le apetecía nada en absoluto perder más horas de sueño. Sin embargo, tenía que pensar en la jugosa recompensa que le esperaba si lo hacían bien.
—Estoy de acuerdo —respondió finalmente—. Duermo yo primero, ¿entonces? —Le parecía una idea estupenda. Dudaba que lograse mantenerse despierto con todo el cansancio acumulado que llevaba encima—. Despiértame con suavidad, porfa —pidió—, que últimamente tengo pesadillas y despierto de forma brusca.
Se arrepintió nada más decirlo. No el hecho de revelarle que sufría de pesadillas, sino haber cedido en ser él quien se acostase primero. «¿Una idea estupenda? ¡¿Una idea estupenda?! Joder, ¡una idea de mierda, eso es lo que es! Tenía que haberlo hecho al revés, así podría aprovechar mientras dormía para cotillear en esa bota suya». Estaba a punto de tratar de reparar su error cuando la kunoichi le sorprendió con una nueva pregunta.
—Y por cierto... entonces... ¿tienes o no tienes una relación con esa otra chica?
No pudo evitar sonreírse, aunque trató de disimularlo. Si hacía aquella pregunta, era porque irremediablemente estaba interesada en él. ¿Eso le alegraba? Por supuesto. Más de lo que querría reconocer.
—No es que me importe compartir a un chico, pero... no todo el mundo lo ve de esa manera...
Se sonrojó al instante. ¿Compartir chico? Aquello ya no era una indirecta, ¡sino una señora directa!
—C-claro que no —balbuceó Datsue. Ni estaba con esa chica, ni había estado. La única duda que podría tener era con Noemi, pero pese a la noche de amor desenfrenado que habían compartido, las cosas habían terminado mal. Muy mal. El Uchiha había marchado con la intención de reconquistarla, pero ahora que se encontraba a kilómetros de distancia y con Aiko al lado…—. No tengo ninguna relación ahora mismo con nadie —agregó, para dejarlo claro.
¿Qué debía hacer ahora? Aiko se lo estaba dejando en bandeja, pero le había pillado en frío y con el pie cambiado… ¿Debía besarla? ¿Debía lanzar primero alguna frase ocurrente en su lugar?
—Entonces… —Apartó los mechones sueltos ilusorios de ella con suavidad, pasándolas tras su oreja—. Esto significa que te gusto, ¿verdad? —preguntó, sin poder evitar un ligero temblor en el tono de su voz. Por mucho que ya la hubiese conquistado una vez, necesitaba oír su respuesta. Al final, eso sí, ni había soltado frase ocurrente ni la había besado, pero ya llegaría el momento. Con suerte, muy en breves…
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado