27/11/2017, 20:53
Eri carcajeándose, Plum riéndose todavía más alto, ¡y hasta juraría que el cabrón de Sora se sonreía tras el libro que casualmente tapaba ahora su rostro! No era para menos. De haber estado en su lugar, el Uchiha se hubiese reído el doble, mofándose incluso de la situación. Pero las cosas cambiaban mucho cuando era uno el objeto de broma.
Apretó los puños con fuerza y tensó la mandíbula, mientras el sharingan refulgía en su mirada, conteniéndose a duras penas de echarse sobre Nabi y liarse a golpes.
—Sabes que me vengaré de esto, ¿verdad?
Y oh, cuando se trataba de venganzas, Datsue era implacable. Aunque sí era cierto que se le empezaban a acumular: Gouka, de la Ribera del Sur; Ayame, de Amegakure; Sakamoto Katsumi; y ahora, Nabi. Más le valía empezar a tachar nombres. «En cuanto resuelva lo de Aiko y la Marca del Hierro tengo que ponerme con esto seriamente. Con Ayame la primera», se juró. La muy maldita, no contenta con interrumpirle su primera vez, ¡le había robado a su pareja musical! Aquello ya no eran simples niñerías, se merecía una venganza a la altura.
Sacudió la cabeza, tratando de quitarse aquellos dramáticos pensamientos de la cabeza. Estaban a punto de celebrar una fiesta, y el Uchiha hacía tanto que no estaba en una que quería disfrutarla. Koko había encabezado ya la marcha hacia el interior de la mansión, y Plum, tras darle una palmada a Eri en el hombro, la siguió.
—Tía, menuda mansión —susurró en el oído de Eri, para que nadie más la oyese—. ¿Te imaginas vivir aquí? Joder, creo que me perdería entre tanta habitación.
Datsue las siguió también, poniéndose al lado de Hanako y Sora.
—Me alegro de veros por aquí, joder. Desde la graduación no os veo el pelo. ¿Cómo os va? —preguntó, interesado, y dándole estratégicamente la espalda a Nabi. No pensaba perdonarle así como así.
Apretó los puños con fuerza y tensó la mandíbula, mientras el sharingan refulgía en su mirada, conteniéndose a duras penas de echarse sobre Nabi y liarse a golpes.
—Sabes que me vengaré de esto, ¿verdad?
Y oh, cuando se trataba de venganzas, Datsue era implacable. Aunque sí era cierto que se le empezaban a acumular: Gouka, de la Ribera del Sur; Ayame, de Amegakure; Sakamoto Katsumi; y ahora, Nabi. Más le valía empezar a tachar nombres. «En cuanto resuelva lo de Aiko y la Marca del Hierro tengo que ponerme con esto seriamente. Con Ayame la primera», se juró. La muy maldita, no contenta con interrumpirle su primera vez, ¡le había robado a su pareja musical! Aquello ya no eran simples niñerías, se merecía una venganza a la altura.
Sacudió la cabeza, tratando de quitarse aquellos dramáticos pensamientos de la cabeza. Estaban a punto de celebrar una fiesta, y el Uchiha hacía tanto que no estaba en una que quería disfrutarla. Koko había encabezado ya la marcha hacia el interior de la mansión, y Plum, tras darle una palmada a Eri en el hombro, la siguió.
—Tía, menuda mansión —susurró en el oído de Eri, para que nadie más la oyese—. ¿Te imaginas vivir aquí? Joder, creo que me perdería entre tanta habitación.
Datsue las siguió también, poniéndose al lado de Hanako y Sora.
—Me alegro de veros por aquí, joder. Desde la graduación no os veo el pelo. ¿Cómo os va? —preguntó, interesado, y dándole estratégicamente la espalda a Nabi. No pensaba perdonarle así como así.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado