29/11/2017, 23:26
La chica caminó por toda la periferia de la zona, haciendo como bien había meditado con anterioridad. Comenzó por la zona mas cercana, vigilando los carros, las cajas, a los tipos mas importantes... al final todo resultaba igual, todo era necesario para poder proseguir el camino. No todos tuvieron tanta prisa para dormir, pero poco a poco, todas y cada una de las voces se fueron mitigando cual fuego en pleno invierno. La chica continuó caminando, oscilando entre el frío las leves llamas restantes de las fogatas.
Al cabo de un buen rato, el silencio se hizo dueño y rey de la noche.
Conforme la chica iba caminando, no perdía de vista detalle alguno. Estaba de guardia, y ese era su deber. Volteó la vista, y pudo observar que hasta su compañero estaba sumido en un profundo sueño. Continuó caminando, y haciendo pasar el tiempo como mejor sabía, pensando en sus asuntos.
«Que desperdicio de experiencia... ¿cuantas veces he muerto ya? ¿quince? ¿veinte? A saber cuan buena podría ser en ninjutsu si conservase toda esa experiencia... a saber qué técnicas habré aprendido y olvidado por culpa de morir...»
Y dando vueltas a sus asuntos, ya mas de la mitad de la noche había pasado. Los ojos aún no le fallaban, y aunque estaba realmente cansada, seguía caminando por el campamento sin apenas hacer ruido. Buscó con la mirada a Datsue, y lo observó mientras caminaba hacia él.
El chico sudaba, y se podía ver inquieto. No cabía duda de que algún tipo de pesadilla le estaba golpeando bien fuerte. No parecía exagerar cuando intercambiaron verdades acerca de tener pesadillas. Sus constantes movimientos mientras dormía casi parecían llevarle a despertar de un momento a otro...
Sin prisa pero sin pausa, la pelirroja se acercó hasta la posición del Uchiha. Se tumbó frente a él, y llevó su diestra con suavidad hacia el rostro del chico. Con parsimonia, disfrutando del viaje, su mano acarició con ternura la mejilla del Uchiha. Sus orbes, fijados en el rostro del chico, no se distraía sin embargo tanto. Deslizó un poco la diestras hacia el mentón, y de nuevo la arrastró con delicadeza hasta casi llegar a su oreja. Sin mas premura, acercó su rostro, y aprovechándose del chico, le robó un beso.
Sus labios pasearon por los suyos, disfrutando del camino. Entre tanto, su diestra se acercó de nuevo, uniendo un poco mas ambos rostros en un beso de los que pocas veces daba, un beso con delicadeza y dulzura. Hasta cerró los ojos por un momento, sin duda era un beso que pocas veces disfrutaba de esa manera.
—¿Te parece bien mi manera de despertarte? —preguntó tras separase un poco, con sus orbes clavados en los suyos.
Al cabo de un buen rato, el silencio se hizo dueño y rey de la noche.
Conforme la chica iba caminando, no perdía de vista detalle alguno. Estaba de guardia, y ese era su deber. Volteó la vista, y pudo observar que hasta su compañero estaba sumido en un profundo sueño. Continuó caminando, y haciendo pasar el tiempo como mejor sabía, pensando en sus asuntos.
«Que desperdicio de experiencia... ¿cuantas veces he muerto ya? ¿quince? ¿veinte? A saber cuan buena podría ser en ninjutsu si conservase toda esa experiencia... a saber qué técnicas habré aprendido y olvidado por culpa de morir...»
Y dando vueltas a sus asuntos, ya mas de la mitad de la noche había pasado. Los ojos aún no le fallaban, y aunque estaba realmente cansada, seguía caminando por el campamento sin apenas hacer ruido. Buscó con la mirada a Datsue, y lo observó mientras caminaba hacia él.
El chico sudaba, y se podía ver inquieto. No cabía duda de que algún tipo de pesadilla le estaba golpeando bien fuerte. No parecía exagerar cuando intercambiaron verdades acerca de tener pesadillas. Sus constantes movimientos mientras dormía casi parecían llevarle a despertar de un momento a otro...
Sin prisa pero sin pausa, la pelirroja se acercó hasta la posición del Uchiha. Se tumbó frente a él, y llevó su diestra con suavidad hacia el rostro del chico. Con parsimonia, disfrutando del viaje, su mano acarició con ternura la mejilla del Uchiha. Sus orbes, fijados en el rostro del chico, no se distraía sin embargo tanto. Deslizó un poco la diestras hacia el mentón, y de nuevo la arrastró con delicadeza hasta casi llegar a su oreja. Sin mas premura, acercó su rostro, y aprovechándose del chico, le robó un beso.
Sus labios pasearon por los suyos, disfrutando del camino. Entre tanto, su diestra se acercó de nuevo, uniendo un poco mas ambos rostros en un beso de los que pocas veces daba, un beso con delicadeza y dulzura. Hasta cerró los ojos por un momento, sin duda era un beso que pocas veces disfrutaba de esa manera.
—¿Te parece bien mi manera de despertarte? —preguntó tras separase un poco, con sus orbes clavados en los suyos.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)